tag:blogger.com,1999:blog-75052639696073376052024-03-05T15:40:29.645-08:00manorabatTEXTOS DISPERSOSmanorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-72680055937305436782024-01-19T05:07:00.000-08:002024-01-19T05:11:40.234-08:00TRES NOVELAS ESCRITAS POR ¿Y PARA? MUJERES<p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_sVQHTb0HoDCnyKf0ahixmimw-V2e1kVZhIQxKBRuMskjfih3vROog-_nrgp1yio4AVjXLfGAaRvLwzdpZy48vY9sPHHSX14_Ce04u9VhWs9S3kdNV8mTJZI4l0WDrY1JDHcEx4HihtyxMY_mPOEIqVrXQ2CcL48bPIM5hUBZZvHrPuFGOItaFWx1LvE/s3284/20231230_182301.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3284" data-original-width="2398" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_sVQHTb0HoDCnyKf0ahixmimw-V2e1kVZhIQxKBRuMskjfih3vROog-_nrgp1yio4AVjXLfGAaRvLwzdpZy48vY9sPHHSX14_Ce04u9VhWs9S3kdNV8mTJZI4l0WDrY1JDHcEx4HihtyxMY_mPOEIqVrXQ2CcL48bPIM5hUBZZvHrPuFGOItaFWx1LvE/s320/20231230_182301.jpg" width="234" /></a></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Desde hace algún tiempo leo muchos
más libros de los que compro: los autores me los regalan; más bien debería
decir autoras, en relación con esta glosa que voy a hacer de tres libros de
tres escritoras, uno de los cuales me regaló directamente su autora, Elia
Barceló, y los otros dos fueron donaciones a la biblioteca del Instituto
Cervantes de Manila: de Cristina López Barrio y de María Antonia Quesada,
respectivamente, siendo yo el primer usuario de la biblioteca que ha solicitado
su préstamo.</span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Elia
Barceló y Cristina López Barrio impartieron sendos talleres de escritura
creativa en el cervantes<a href="file:///G:/Users/jgalvang/Documents/07%20ESCRITOS/BLOG/3%20novelas%20escritas%20por,%20y%20para%20mujeres.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 11.5pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> de
Manila; el libro de María Antonia me llegó a través de su hija Almudena, que
trabajaba en la Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada de España en
Manila. Hace ya tiempo, antes de que todos entráramos en la era digital, las
mujeres en España se lanzaron a "consumir" literatura en proporción
sensiblemente superior a la de los varones. En el metro de Madrid entonces,
antes de que todo el mundo comenzara a utilizar sus móviles como una extremidad
de su cuerpo más, se veía a mujeres, sobre todo jóvenes, leyendo siempre en los
vagones; eso ya es historia, pues todo el mundo cuando va en metro ahora va
mirando el móvil; esa proliferación de lectoras, en las últimas décadas, de
alguna manera ha tenido su derivada en la proliferación de autoras, que como en
ninguna época anterior, copan las listas de los libros más vendidos. </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Como
digo, han llegado a mí por regalo o por donaciones estos tres libros que son
los últimos que he leído, más bien devorado. El primero que cayó en mis manos
fue el de María Antonia, del que me llamó la atención sobre todo la
originalidad en la elección del narrador, mejor dicho de los narradores, ya que
son los distintos personajes principales de la novela los que van relatando la historia;
(enfoque narrativo múltiple). Podría haber resultado más efectiva si el estilo
narrativo hubiera cambiado marcadamente con el narrador; a veces al lector le puede
costar identificar quién es el narrador de un capítulo determinado, ya que por
la uniformidad en el estilo pareciera que fuera la misma persona la que narra,
cuando en realidad son diferentes personajes con muy diferentes identidades.</span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Tanto
en la novela de María Antonia como sobre todo en la de Elia, adquiere un
protagonismo fundamental la casa, o la hacienda, en la que transcurren gran
parte de los acontecimientos. Al igual que ocurre en Rebeca con
Manderlay, podríamos decir que la casa es la protagonista principal y los
personajes y sus identidades, están en parte definidos en función de su
relación con dicha propiedad. </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">En
los tres casos podemos hablar de sagas familiares; son varias generaciones de
una misma estirpe las que aparecen en los relatos. Las tres novelas serían
también muy cinematográficas y podrían dar lugar sin duda a series de
televisión. Uno se queda con ganas de saber qué les va a ocurrir a esos
personajes más allá del momento en el que termina el relato en la novela
respectiva.</span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">El
personaje principal es siempre una mujer, en la que se vislumbran rasgos
autobiográficos de la autora. Cristina lo explícita, en varias ocasiones en
boca de Flora, la protagonista de su novela, que como la Greta de Elia es la
narradora, y aunque en la de Maria Antonia la función narrativa se reparte –como
hemos dicho- resulta bastante evidente identificar a Carmen como la protagonista
principal. Flora y Greta son traductoras; Carmen ingeniera. </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Solo
una de ellas es madre, la de Elia; a la de Cristina le obsesiona no serlo; la
de María Antonia no se lo plantea. En ningún caso su relación de pareja es
satisfactoria. La protagonista de Elia ya se ha separado de su marido al
comenzar la novela; la de Cristina lo acabará haciendo. La de María Antonia empieza
una relación homosexual de incierto futuro. Pero en ninguno de los tres casos la
protagonista tiene una relación heterosexual satisfactoria. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">El
ingenio de los mediocres </span></i><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">es el título de la novela de María Antonia Quesada; un
título que quizá no resulta tan sugerente como los títulos de las otras dos
novelas: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte en Santa Rita</i> el de
Elia, y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Niebla en Tánger</i>, el de Cristina.
Un título es importante para atraer a un lector que todavía no conoce a la
autora, y sin duda el acierto en la elección del título ayudará a difundir la
novela, con independencia de la calidad de su contenido </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Llegado
este momento resulta inevitable plantearnos la siguiente pregunta: ¿Es que
podemos hablar de una literatura escrita por mujeres, con unas características
propias diferente a la literatura escrita por varones? ¿Es que esta literatura
escrita por mujeres es de alguna manera respuesta a una problemática que
interesa especialmente a la mujer contemporánea en un rango de edad entre,
digamos, 25 y 65 años?</span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">En
las novelas de Elia y de Cristina, las protagonistas comparten un hastío por la
relación matrimonial tradicional que ha ocupado gran parte de sus vidas. Son
ellas las que dan el paso para concluirlas, sin que haya ni infidelidades,
malos tratos o nada parecido. Se van, o se quieren ir de la relación porque ya
no pueden crecer en ella, y los maridos no pueden seguir siendo -si es que
alguna vez lo fueron realmente- compañeros de viaje. Lo que buscan, como las
mujeres de nuestro tiempo, es su realización personal por sí mismas, no como
esposas, madres o hijas, aunque sean todo, o casi todo ello. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">El caso de Flora, en la novela de
Cristina, es sumamente explícito: hay tres hombres en su vida en el momento de
la novela: su cansino marido, su atractivo amante de una noche, y su
maravilloso compañero de aventura en Tánger. Pero lo último que sabemos de ella
es que se ha ido a vivir sola. </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Aparece
la homosexualidad con la naturalidad de la vida misma, de forma tangencial y poco
exitosa en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Santa Rita</i>, y de forma
asertiva en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ingenio,</i> como la opción
preferida, pero no determinante de su protagonista. </span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br />
</span><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">En
definitiva no se trata de sacrificar la vida por nada ni por nadie, sino de
vivirla (de forma propia). En eso las tres novelas son muy feministas, en
sentido esencial y positivo, sin necesidad de atacar a nadie, ni de utilizarlo
como bandera política, reivindicando el valor de la mujer en sí misma y no con
relación a otros. En ello podamos quizás encontrar, sí, un rasgo característico,
no ya feminista sino femenino de esta literatura escrita por mujeres y que leemos
todos con gusto y fruición. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Niebla
en Tánger. </span></i><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Cristina López Barrio<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.
</i>Editorial Planeta, 2017<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">El
ingenio de los mediocres. </span></i><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">María Antonia Quesada<i style="mso-bidi-font-style: normal;">,
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>Olé Libros, 2021<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12.0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Muerte
en Santa Rita. </span></i><span style="font-size: 11.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Elia Barceló. Roca Editorial de libros, 2022</span><span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><br />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///G:/Users/jgalvang/Documents/07%20ESCRITOS/BLOG/3%20novelas%20escritas%20por,%20y%20para%20mujeres.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Reivindico el nombre común “cervantes” para designar a un centro del Instituto
Cervantes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
</div>
</div><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-74613502375229409532021-07-13T00:39:00.019-07:002021-07-13T07:11:28.207-07:00The Spanish influence on Philippine Architecture. Facts and misperceptions<div style="text-align: left;"> </div><p class="MsoNormalCxSpFirst"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh85rjVZ3fh1miOxLv4C0b_gvh4H-1178lOiyy_PN1I5UrYkyfKaXgDnT6JDGbTMiVZZ5xg_yVn30yt70Dt4N-YUg_1_dieHYEI0Eai8icdu8ENPUrAkZSZWW5ryFsvZc0vEmmIdL0axLw/s2048/25.JPG" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh85rjVZ3fh1miOxLv4C0b_gvh4H-1178lOiyy_PN1I5UrYkyfKaXgDnT6JDGbTMiVZZ5xg_yVn30yt70Dt4N-YUg_1_dieHYEI0Eai8icdu8ENPUrAkZSZWW5ryFsvZc0vEmmIdL0axLw/s320/25.JPG" width="320" /></a></div><u><div style="text-align: justify;"><u><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b>The
nature of Spanish colonization</b></span></u></div></u><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The talk,
with which the UP College of Architecture had honored me to participate on the inauguration on the on-line exhibit on the
Spanish influence in Philippine architecture, takes us to that period from 1565
to 1898 when the Philippines belonged to the Spanish Monarchy. If you notice, I
am not saying that the Philippines was a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">colony</b>
of Spain, or that the Philippines belonged to Spain. They are important
nuances, in whose etymology we find reasons that will help us understand many
things when we talk about architecture. Take note also that the title is not “The
Spanish Architecture’s influence on Philippine Architecture”. This aspect is of
capital importance, because, as we will see, the influence is basically
conceptual rather than formal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"></p><div style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt;">The Spain of today is
not the Spain of the 16th, 17th, 18th or 19th centuries. I would say that
today’s Spain is one of the inheriting states of what was once the Spanish
Monarchy Empire, together with the republics of La</span><span style="font-size: 14pt;">tin America and the
Philippines.</span></div><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">As Spain, France,
Portugal, Italy, Romania, and the different territories of southern Europe,
western Asia and North Africa share the heritage of the Roman Empire, as well
the kingdom of Spain and the aforementioned republics share the heritage of the
Spanish monarchy. In the same way that nobody would take a toll on the current
Italian people or government for the positive or negative aspects of the Roman Empire,
nobody should blame or praise the nowadays Spain regarding what happen during Spanish
Monarchy Empire. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The fundamental
difference between the colonizing action of the Spanish Monarchy Empire (and
the Roman Empire) compared to that of the British Empire is that the former
advocated integration meanwhile that of the latter was essentially
discriminatory and segregationist. For example: Three men born in Hispania came
to occupy the imperial throne in Rome. The Spaniards mixed their blood in the
Americas, promoting miscegenation, which produced great figures like Garcilaso
de la Vega, both Castilian and Inca, one of the best writers in Spanish
language in the Renaissance. On the contrary in the Anglo-Saxon colonies they
created indigenous reserves.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The Romans had reached
territories whose societies were much less structured than the Roman one. They developed
in them a civilizing action whose imprint is still palpable, in monuments, in their
legal systems, and in other cultural and social manifestations.<span style="color: red;"> </span>We can say something similar about the American and
Philippine territories colonized by the Spaniards.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Just as Spaniards
merged with the indigenous peoples of the Americas and the Philippines, their
cultures also fused together, giving rise to new ethnic, social and cultural
realities. It was very different what happened with the British colonization of
North America or Australia, or with the one of other European countries such as
the Netherlands. The Spanish philosopher Julián Marías made the point perfectly
about the difference with a botanical simile. “The British transplanted their
society and culture to overseas territories; the Spaniards grafted them.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The Castilians brought
in their cultural DNA features of the Greco-Roman and Muslim cultures. The
latter as a fruit of eight centuries of Arab and especially Berber presence in
the Iberian Peninsula. But they came to the Philippines through the viceroyalty
of New Spain (current Mexico). Let’s not forget that Legazpi was the Mayor of
Mexico City when he embarked for the Philippines from the port of Navidad
(today in the state of Jalisco). So, they brought also with them some features
of the Novohispanic culture. Different ingredients were brought by the
Spaniards to the islands to merge with the existing pre-Hispanic ones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"> <b> </b><b>*</b><b> </b> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The first consequences
of the Spanish presence in the archipelago, regarding architecture, are <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">urban planning</b> and <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">stone construction</b>. As it is well known, Legazpi founded the Spanish
Manila (450 years ago right the past month) on the Maynilad settlement, ruled then
by Rajah Sulayman. He did it by following the specifications of the Laws of the
Indies<a href="file:///J:/The%20Spanish%20influence%20on%20Philippine%20Architecture_ENGLISH%20-%20copia.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Under this body of
regulations hundreds of cities were created in the Americas. From then on the
urban form of Intramuros has remained almost intact all these centuries in the Manila
plan. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Regarding construction
in stone, we do not have any evidence –at least none that I know of– that the
people who inhabited the islands used stone in their constructions, as did
other Pacific people, such as the Chamorro in the Marianas. As it is well
known, it was father Antonio Sedeño, one of the first Jesuits to arrive in the
archipelago, who began to exploit the quarries of Guadalupe and Meycauayan and also
to instruct the locals about how to carve stone.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The constructions of
the first Manila, made of wood and thatch, were easy to burn. As we know from
the chronicles, at least two large fires ravaged the city in those early times;
one was a consequence of the invasion of the Chinese pirate Limahong (1574),
and the other one was originated by the flame of a candle from the burial mound
of Governor Ronquillo (1584). Stone was a safe material against the risk of
fires. We know from the chronicles, that Manila was reconstructed and flourishing
with stone buildings. So, we may wonder: Were they buildings built in the
Spanish way?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><u><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b><br /></b></span></u></p><p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><u><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b>Intangible
influences</b></span></u></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Here it would be
interesting to stop and ask what is a building built in the Spanish way, or
what are the features that identify a building as Spanish. A question that we
cannot possibly answer simply and categorically: From what era, from what
region, what type? The architect and historian Fernando Chueca tried to answer
this question in his <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Invariantes castizos
de la arquitectura española</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Authentic
Invariants of Spanish Architecture</i>). In this study, which is already a
classic, there is not much talk about the materials that are associated with
Spanish architecture, as clichés, such as tile curves, arches, grills or white
plasters. Moreover, what it is done is to identify nonmaterial features related
to spatial and structural composition. <span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">So, we can make the
exercise of testing whether those invariants of Spanish Architecture are found
in Filipino Architecture. Let’s try first with the square proportion. According
to Chueca if comparing the Spanish architecture with the ones of other European
countries we can conclude that buildings in Spain trend to be less slender than
in other European countries. Therefore, façades are usually more in the square
than in the rectangular scheme. The reason of that feature could be found in
the Muslim tradition in which the square form is the origin of any patterned
composition. We find the same feature in the Fil-Hispanic architecture,
although we might wonder whether this is because of an aesthetical
sensitiveness or moreover as a consequence of the adaptation of the buildings
to the earthquake hazards. In any case a substantial percentage of Filipino
churches façades can be inscribed in an almost square pattern, which I have
come to define as the 3 x 3 pattern. We can follow a similar reasoning regarding
domes, which are as scarce in Spanish as in FilHispanic architecture. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">However there are other
features as the space fluency that we don’t find in the Philippines. Or in
other sense we cannot say that in the Spanish architecture the octagonal shape
is as present as it is in The Philippines.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">But let’s continue with
the discussion about whether the Filipino buildings at the end of 16th century
were influenced by Spanish Architecture. And the best way is to look at an
example of these buildings in order to answer the question: the only one that
remains from that time, the oldest construction in the entire country: San
Agustín church. Can we find similarities of San Agustín with some Spanish
temple? Yes and no. Yes in the typology, but not so much in the formal aspects.
It has been said that San Agustín follows the model of the Augustinian church
of Puebla (Mexico). It has its logic: the Augustinians were great builders,
first in the New Spain and later in the Philippines. Those Augustinian friars
came directly from the New Spain. Many of them were already been born there,
and they had never set foot in Spain.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">If we analyze the plan
of San Agustín, we can see that it follows the typological model in fashion at
that time throughout the Christianity: the Church of Il Gesu in Rome by
Vignola, the architectural type that prevailed to host the new liturgy emanated
from the Council of Trent, that of the Counter-Reformation. And the secret of
its survival yields precisely in this typological choice. You must have read
that its resilience to earthquakes is due to a foundation in the form of an
inverted dome, or you must have read that the fact that San Agustín has
withstood all the earthquakes suffered by Manila, while all the other buildings
collapsed, was due to a miraculous cause. Perhaps it was the Santo Niño,
guarded by the Augustinians in Cebu, who worked the miracles. Don’t pay too
much attention to those theories, it has a much more rational explanation, its layout:
the lateral chapels between buttresses brace the central nave and give a great
rigidity to the whole edifice: pure anti-seismic design <i style="mso-bidi-font-style: normal;">avant la lettre</i>. But at the same time, Il Gesu of Rome follows the
model of a temple, this time genuinely Spanish: the church of San Juan de los
Reyes convent, in Toledo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Therefore, we see that
the emblem of Philippine architecture at the turn of the 16th to the 17th
century follows the guidelines of the classical Greco-Roman architecture (facade,
pilasters, nave, dome, etc.) the specific type that was born in Toledo, which
through Renaissance Rome is projected throughout Christendom, and arrived in
Manila from the New Spain. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">But here in Manila we
come across with an unskilled labor force, who is going to interpret the models
in a particular way. And also this architecture encounters the Chinese factor:
the Sangleys who will be fundamental in the entire history of Philippine
architecture. They are going to introduce their own sensitiveness. These
factors created a peculiar formal vocabulary, in a way different to the
buildings we find in Spain from that time.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">As it has been said many
times, the Philippine architecture is a synthesis architecture, in which the Spanish
factor acted as a vehicle or a catalyst, causing and allowing the setting of
components (ingredients) of very different origin, with the result of a very
unique architecture.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The Spanish factor is
part of the Filipino identity, just as Greco-Roman and Arabic-Berber factors formed
part of the Spanish one. Architecture, like any other manifestation of the
culture of a people, is in turn a manifestation of its identity. It is
therefore inevitable that Spanish architecture has influenced Philippine
architecture. However, this influence must be understood in a vehicular key in
the same way that the Spanish language was the vehicle for the development of a
Filipino literature.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-tab-count: 5;"> </span>*<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><u><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><b>Tangible
influences</b><o:p></o:p></span></u></p>
<p class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Now it
would be interesting to analyze how this influence, of ontological character (identity)
and therefore abstract, is manifested or not in concrete aspects. For this task,
the best way might be to take a typological tour through the different types of
architectural structures that have survived to this day in the Philippines.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></b><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Churches</span></b><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">:
they are the most characteristic elements of the Spanish-Filipino heritage and
perhaps, for this reason, we could think that it is where we are most clearly
going to find these influences. The Philippine churches, as it is well known,
constitute in a very high percentage the embryo of Philippine towns and cities.
In fact, the Fil-Hispanic church (<i>simbahan</i>),
more than an isolated body, is an articulated set of buildings and spaces: the
atrium, the church proper and the convent. It follows the model that had begun
to develop in the central decades of the 16th century in New Spain: the
objective of this architecture was to create a frame to evangelize the natives.
One or two friars per locality were in charge of this mission. With so few
troops, it is understandable that, instead of teaching Spanish to the natives
to evangelize them, they learned their languages. They wrote the first vernacular
languages grammars and dictionaries helping in this way to fix them and to
preserve them.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">In Spain the origin of
churches, even the conventual ones, was very different. Monasteries and
convents were built to host religious communities in an already Christianized
territory. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">On the other hand, the
conditions of the natural environment in the Philippines are very different
from those of Spain, where a tropical climate like that of the Philippines is
not found in any of its regions, nor a seismicity as marked as that of the
islands. For this reason, the Spanish-Filipino architecture cannot formally
resemble much the architectures of the different Spanish regions.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">From the typological
point of view, there is a spatial element the cloister, which is fundamental in
conventual architecture in Spain, and in the whole Europe. We rarely find cloisters
in Spanish-Filipino architecture. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Eventually we might say
that the Philippine ecclesial complex is an adaptation of the early New
Hispanic one, which in turn is a projection of Spanish models adapted to its
reality. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span><b><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Residential architecture. </span></b><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Seismicity was logically a fundamental factor in the
development of Fil-Hispanic architecture, which has its greatest model in
residential architecture. Following a trial and error process over the years,
decades and even centuries, the ancestral houses of the mid-late 19th century
are a magnificent and highly refined example of architecture adapted to its
environment. The <i>bahay na bato</i>
perfectly embodies the botanical simile by Julián Marías above mentioned.
Starting from the <i>bahay kubo </i>pattern,
new elements and concepts are introduced upon it as grafted elements. For
instance the ground floor stone walls.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Other typical elements
of Fil-Hispanic architecture are the capiz windows, which enclosures the upper
floors. They have nothing to do with the enclosures in Spanish architecture:
the sliding panels whose structure is a wooden lattice filled with shells, have
an evident formal kinship with the <i style="mso-bidi-font-style: normal;">shoji</i>
enclosure panels from Japan or Korea, with the substantial improvement that
capiz on paper supposes. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Capiz</i>
windows are also found in Goa, former Portuguese colony in India. Scholars are
now in the debate whether they were taken from West to East or the other way
around. Anyhow the <i style="mso-bidi-font-style: normal;">capiz</i> panel is
something purely Filipino: what comes from Spain is the concept of enclosed
space, not the form, which comes, presumably from Japan. So a concept brought
from Spain, the enclosed space is the vehicle for the arrival of other foreign
influences to create something purely Filipino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay na bato</i> has managed to preserve through
the years the features of the <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay kubo</i>
that make it so suitable to the physical environment: earthquake resistance and
adaptation to the climate. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>The <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay na bato</i> are boxes-like that can be
opened laterally, inviting the refreshing breezes, carriers of comfort to come
in. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="margin-left: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Unlike the current buildings, non-practicable glass
boxes, tropical (infernal) greenhouses in which comfort can only be achieved by
consuming enormous amounts of energy, contributing to the destruction of the
planet. </span><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-PH" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-PH;">Unfortunately, the
repertoire of the Fil-Hispanic architecture has not been very much appreciated
during the longest part of XXth century, when International or Modern style was
ruling all over the world. This repertoire offers timeless lessons to the
architects as those related o space and light the two essential ingredients of
Architecture. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">In that process trial
and error mentioned above, it is interesting to notice how the <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay na bato</i> managed to regain the
seismic stability that the <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay kubo</i>
always had. These ones, supported on their legs, danced when earthquakes, as
Fernando Zialcita tells us poetically in some of his rehearsals. Stone does not
work well when earthquakes occur. We know that the first generation of stone
buildings collapsed during Manila 1645 earthquake. Constructors of <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bahay na bato</i> learned that with an
adequate distribution of masses their buildings would resist the shakes: heavy masses
at the lower part and light masses at the upper ones. In spite of their weight,
tiles, so associated with Spanish, and also Chinese, architectures, continued
to be used until the last decades of the Spanish presence in the archipelago.
After de 1880 earthquake the use of a new construction material then, corrugate
iron, was prescribed instead of tiles for roofing.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">This and other
prescriptions and regulations were gathered in which is probably one of the
first ordinances for seismic stability in history: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reglas
para la edificación en Manila, dictadas a consecuencia de los terremotos de los
días 18 y 20 de julio</i>. Neither in Japan nor in the USA we have found a comprehensive
regulation as early as this one about the matter. This proves the high level of
modernity that the urban Philippines had reached in the 19th century. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Watchtowers and lighthouses</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">. We have seen that Fil-Hispanic religious and
domestic architecture do not formally resemble very much to the Spanish ones.
We are going to see now some examples where formal similarities are much more
visible. That is probably because the nature of these structures is rather
engineering than architectural type: fortresses and lighthouses.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">There are some unique
elements that highlighted –some are still highlighting– the coasts of Spain and
the Philippines. I mean watchtowers and lighthouses. The first ones from the
seventeenth century, perhaps earlier, and the last ones from the middle of the
nineteenth. The construction of watchtowers was necessary on the Spanish
Mediterranean coasts to prevent and deal with attacks by Berber-Muslim pirates
from North Africa. In the same way, these towers were built on the coasts of
Visayas and Luzon to watch the arrival of Muslim pirates from Mindanao, Jolo or
Borneo who ravaged with their raids the coastal populations of the
Christianized islands.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Philippine coastal
watchtowers have very different shapes; not all of them have resemblance with
the Spanish ones. Some of these watchtowers were at the same time churches
belltowers. But if we go to Ilocos coast we will find structures the look very
Spanish. I mean those conical shaped watchtowers as in San Esteban, Santiago or
Sulvec. We find similar structures not only in other watchtowers in the
Mediterranean coasts but also in windmills in La Mancha or Murcia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Regarding lighthouses, a
plan was developed in order to mark the coasts of the territories that were
part of the Spanish kingdom, with no distinction between the mainland and the
overseas territories. The coasts of Cuba, Puerto Rico and the Philippines had
the same consideration than the Cantabrian, Atlantic and Mediterranean
peninsular coasts, as well as those of the Balearic and Canary Islands. So we
find very similar structures dating from the same time either in Spanish or
Philippine coasts.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">Intramuros</span></b><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"> has the best-preserved bastioned perimeter of the
Hispanic world, only after Cartagena de Indias in Colombia. Bastioned
architecture constitutes the first example of globalized architecture (or
engineering) in history. From Ibiza to Manila, passing through Africa and
America, the cities of the Spanish and Portuguese empires present a big
homogeneity in their wall systems. Sentry boxes, bulkwarks, ravelins,
cavaliers, gates… in different continents have a big formal resemblance. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The checkerboard layout
and the bastioned fortifications, which enclosed them, are compositional
elements, or construction, common to Latin America and the Philippines,
belonging to an order that extends throughout the world, as will also happen in
the 19th century with the eclectic architecture and later with the International
style.<span style="color: red;"> <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 14pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-PH" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-PH;"><b>Conclusions</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;">The
Spanish influence in Philippine architecture is obvious since the architecture
is the manifestation of one nation <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>culture and identity, and the Spanish
ingredient is a substantial part of Philippine culture and identity (Nick Joaquin)
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span><span lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;">The
influence of Spain in Philippine architecture is rather conceptual than formal.</span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span><span lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span face="Arial, sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; text-indent: -18pt;">The
Spanish presence in the Philippines was the vehicle for the creation of a new
and unique culture by grafting inside the local reality concepts and principles
and by allowing other cultures as the Chinese being actors in this process of
becoming. </span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="EN-US" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><!--[if !supportFootnotes]-->
<hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///J:/The%20Spanish%20influence%20on%20Philippine%20Architecture_ENGLISH%20-%20copia.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"> Based on medieval new towns
(Reconquista)<o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-35430517964837344352020-06-04T04:11:00.005-07:002020-06-04T04:15:22.416-07:00ANTONIO BONET EN MANILA (in memoriam)<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv9L3DnlcW9qBk5o3cmkCpCjanMwek5TJPpeEDSDKqq_cynmnUybnUSU9Fs1w7iyCPupwOKnzud17vfjpoRVzi-tbH_MxgxrQWbpnpMORO-8UUBQdv0WVZdbUVd-YZvtOBvIgHsBLHJfM/s2272/Survivors.tif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1445" data-original-width="2272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv9L3DnlcW9qBk5o3cmkCpCjanMwek5TJPpeEDSDKqq_cynmnUybnUSU9Fs1w7iyCPupwOKnzud17vfjpoRVzi-tbH_MxgxrQWbpnpMORO-8UUBQdv0WVZdbUVd-YZvtOBvIgHsBLHJfM/s320/Survivors.tif" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> ¡Claro!
La conductora es extranjera; si hubiera sido filipina no nos hubiéramos
chocado. Exclamó Antonio Bonet, que tras apenas una semana en Manila, se había
dado perfectamente cuenta de que para los conductores filipinos la distancia de
seguridad se mide en milímetros.</p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Había
encontrado yo un hueco en la calle Wilson, aparcamiento en paralelo, y me
disponía a ocupar ese hueco, al tiempo que en el espacio adyacente otro coche
hacía maniobra para salir; había espacio suficiente para que cada coche hiciera
su maniobra correspondiente, pero ¡zas!, se produjo la colisión. Salí del coche
para ver si había daños, y hablar con el conductor del otro vehículo, que
resultó ser una señora norteamericana que había vivido hacía algunos años en
Manila y volvía para visitar a sus amigos. De pasajeros<span> </span>llevaba a Antonio y a Xavier Huetz de Lemps. Les
llevaba a Greenhills, al mercado de perlas, visita inevitable para todo extranjero
que se acerca a Manila. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Salieron
del coche conmigo para apoyarme en caso de trifulca con el conductor del otro
coche, algo inevitable en España o en Italia, y harto improbable en la
geografía asiática. No hubo daños en ninguna de las dos carrocerías, dado que
estábamos prácticamente parados, y el encuentro con la turista norteamericana
acabó siendo muy cordial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Corría
el año 2002, el segundo en el que yo ocupaba el puesto de director del
Instituto Cervantes de Manila, algo que nunca pude imaginarme iba a ocurrir, y
a lo que incluso renuncié en primera instancia cuando me lo propusieron –¿qué
pinta un arquitecto en el Cervantes, alegué?- pero que resultó encajarme como
anillo al dedo. Habíamos organizado un congreso internacional sobre
arquitectura hispano filipina, cuyo ámbito se amplió a la arquitectura colonial
de otros países del sudeste asiático, condición <i>sine qua non</i> para poder recibir financiación de ASEF (Asia Europe
Foundation), con sede en Singapur, que entonces presidía el diplomático español
Delfín Colomé.<span> </span><span> </span><span> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Vinieron
a Manila participantes de Malasia, de Indonesia, de Holanda, de Francia y de
España, que se unieron a la nutrida participación filipina. No acabábamos de
identificar un <i>keynote speaker</i> que
abriera el congreso con una ponencia magistral. Y fue Delfín quien propuso que
invitara a Antonio Bonet, lo que tenía mucha lógica pues al patrimonio
arquitectónico hispano filipino se le etiquetaba entonces como perteneciente al
estilo <i>earthquake baroque</i><a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a>, y
el historiador indiscutible del arte barroco era Antonio Bonet, de quien
naturalmente yo tenía múltiples referencias, pero a quien no conocía
personalmente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Dio
la casualidad de que Antonio viajaba a Manila en el mismo vuelo que Xavier
Huetz de Lemps, historiador francés interesado en la vertiente sociológica del
urbanismo hispano filipino, que había disfrutado de una residencia en la casa
de Velázquez de Madrid, y a quien conocía personalmente de los congresos de la
AEEP (Asociación española de estudios del Pacífico) que entonces vivía sus años
dorados<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></span></a>. A
pesar de que viajaban en clases distintas – Antonio fue el único participante
que el presupuesto nos permitía traer en <i>business</i>-
y de que Antonio le debía doblar la edad o casi a Xavier, cuando les encontré
en el aeropuerto al final de ese largo pasillo de llegadas de NAIA que antecede
a la zona de control de pasaportes, parecían ya dos buenos amigos que se
conocieran de toda la vida. Había muchas razones para la empatía, entre ellas
el que Antonio tuviera una conexión tan profunda con todo lo francés y el que
Xavier fuera ya un investigador de primer nivel, pero es que la cercanía de Antonio
era la de ese tipo de personas, a las que desde la primera vez que las ves
parece que las conoces de toda la vida.<span> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Xavier
llegó derrengado, no es para menos tras semejante viaje; sin embargo Antonio
con ese porte de gentleman a lo Cary Grant, llegaba impecable como si el origen
de su vuelo no hubiera sido Madrid un día y dos escalas antes, sino la cercana
ciudad de Cebú. Vale que venía en <i>business</i>,
y aun así, peo es que ya estaba más cerca de los ochenta que de los setenta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Les
llevé al hotel Manila Midtown, el mismo en el que yo me había quedado unas
semanas a mi llegada a Manila, hasta encontrar piso, hotel magnífico, hoy
desaparecido, <span> </span>fulminado por la
hiperdinámica evolución típica del sector inmobiliario en los países asiáticos.
Ya había caído la tarde. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1;"><span> </span><span> </span>-<span> </span>
Supongo que querréis descansar. ¿A qué hora paso a recogeros mañana?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1;">les pregunté a mis invitados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1;"><span> </span><span> </span>-<span> </span>
Javier he visto que el cementerio de Paco no está lejos de aquí. ¿Podemos ir
ahora?</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">contestó
Antonio, dejándome perplejo.</p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1;"><span> </span><span> </span>-<span> </span>Sí,
claro, aunque no vamos a ver mucho porque ya está todo oscuro y no sé si lo
cierran por la noche.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 1; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1;"><span> </span>-<span> </span>Estupendo.
Así sé dónde está y me puedo acercar mañana o en cualquier otro momento; que tú
estarás muy ocupado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span> Xavier
debía estar deseando llegar a la habitación, y dormir esas pocas horas que te
permite el <i>jet-lag</i> la primera noche.
Su cara lo proclamaba a los cuatro vientos. Pero su gallardía no le permitía
quedarse en la habitación mientras Antonio empezaba sin ninguna dilación a
explorar el patrimonio arquitectónico y urbano de Manila.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>-<span> </span>Bueno, dejad las maletas en la habitación,
refrescaros un poco, y yo os espero aquí en el lobby.<span> </span><span> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> La
verdad es que en los cinco años largos en lo que estuve dirigiendo el cervantes<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></a> de
Manila, en mi primer etapa, y en el año que llevo ahora, no he visto a nadie
que llegara con tanta energía, que disfrutara tanto de todo, y que reaccionara
a todo lo que nos pasaba –hasta a los accidentes- de manera tan positiva. Le
parecía todo fenomenal; la comida estaba siempre buenísima en todos los
restaurantes a los que íbamos, y ni siquiera el imposible tráfico de la
gigantesca metrópoli filipina le perturbaba.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> <span> </span> Con
extraodinaria sencillez ostentaba una indiscutible autoridad que iba más allá
de lo académico. Tras el incidente de la colisión aparcando el auto, ya en el <i>mall</i> de Greenhils, era divertidísimo ver
a Antonio regatear con los vendedores. Cogía los artículos que le interesaban y
después de que el vendedor mencionara un precio, Antonio le decía:</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span><span> </span>-<span> </span>No, no, no. Mira: te doy esto. (mostrándole
unos billetes). Ya está, ya está. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD">Y asombrosamente, el vendedor aceptaba sin
rechistar el precio que había decidido Antonio.<span> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Tras
finalizar el congreso algunos de los participantes, entre ellos Antonio y
Xavier, se quedaron el fin de semana en Manila. Aprovechamos el sábado para
hacer una excursión visitando las iglesias franciscanas de la Laguna de Bay. Se
nos unió Gemma Cruz, la que fuera Miss Internacional y ministra de Turismo,
gran defensora del patrimonio filipino<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></a>.
La popularidad y el <i>glamour</i> de Gemma
hacía que cuando llegábamos a cada uno de los lugares: Morong, Baras, Pakil,
Paete, etc., al poco tiempo de descender del minibús, se corriera la voz por
toda la población, y se nos acercaran numerosas personas que querían hacerse
fotos con Gemma. Además de Gemma, de entre los componentes del grupo, guiris o
filipinos, pero todos con innegable aspecto de turistas, destacaba Antonio, que
con su impecable traje blanco, su intacta cabellera también blanca parecía un
actor de cine. La verdad es que Antonio y Gemma hacían una pareja de cine, y
los parroquianos nos preguntaban si el grupo venía directamente de Hollywood.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Algunos
años después de aquel congreso, en 2005, publicamos sus actas en forma de
libro, al que titulamos <i>Endangered</i>,
siendo nuestra publicación más vendida en distintas ediciones de la anual Feria
del libro de Manila. Comienza con el ensayo <i>Barroco
hispano</i> en el que Antonio Bonet incorpora los ejemplos patrimoniales
filipinos al gran acerbo de la arquitectura barroca hispánica.<span> </span><span> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Cuando
al final de aquel mismo año del congreso fui a Madrid a pasar como todos los
años las fiestas de Navidad, Antonio me invitó –tal como me había prometido en
Manila- a cenar en compañía de Monique su mujer, en un restaurante que frecuentaban
en las inmediaciones de su domicilio en pleno centro de Madrid. Todavía no
conocía a sus hijos, Pedro, el músico y Juan Manuel –que con el pasar de los
años sería primero compañero en el Cervantes, y luego mi jefe como director de
la institución. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Por
aquellos años, 2003 y 2004, aunque seguía en Manila, iba con cierta frecuencia
a Madrid, a ver a mis padres casi nonagenarios, y aprovechaba siempre para ver
a Pedro Navascués que fue mi director de tesis, y que me solía citar en la
Academia de BBAA de San Fernando donde a la sazón era Secretario general.
Siempre aprovechaba para ir a saludar al director de la institución que no era
otro que Antonio, quien siempre me recibía con su proverbial simpatía y buen humor.
Pasábamos un rato muy agradable rememorando anécdotas de aquella semana tan
especial en Manila. También siempre me preguntaba por nuestro amigo común, el “diplomático
músico”, como él decía, quien seguía su carrera en Asia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Su
memoria era prodigiosa; la última vez que pude comprobarlo, la última que le vi,
fue –cómo no- en la Academia, aunque ya no era presidente. Discurrían los
últimos días de 2017. Unos amigos habían quedado con el Secretario, José Luis
García Del Busto para visitar con él, en el museo, una exposición magnífica
sobre Ventura Rodríguez: me invitaron amablemente a unirme al grupo. Al
reunirnos en el despacho de G. Del Busto, les hablé de mis visitas a aquel
edificio y de mis encuentros con Antonio, insistiendo en que se acordaba de los
detalles más nimios de su estancia en Manila. Me dijeron que seguía yendo mucho
por allí, que estaba muy bien aunque llevaba un poco mal lo de tener que ir en
silla de ruedas; su coquetería le había hecho resistirse mucho a ello. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span>Estaba
recorriendo la exposición con Del Busto y estos amigos cuando mira por donde
aparece Antonio en su silla de ruedas. Fuimos a saludarle; tardó unos pocos
segundos en reconocerme: hacía por lo menos cuatro años que no me había visto,
en la ceremonia de ingreso en la academia de otro insigne amigo, Alberto Campo
Baeza. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><span>-<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD">¿Te acuerdas Javier de aquel día en Manila que … <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD">Miré a mis amigos, encogiéndome de hombros: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD"><span>-<span style="font: 7pt "times new roman";">
</span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD">¿No os lo decía? <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><o:p></o:p></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><span style="font-family: calibri, sans-serif;"> </span><font face="georgia"> Trabajar
en el Instituto Cervantes, donde llevo casi veinte años, y eso que yo no me veía,
me ha aportado muchísimas cosas, pero la más impagable es la de haber podido
conocer, tratar, e incluso hacerme amigo de personas tan extraordinarias como
Antonio Bonet Correa.</font></span><div><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><font face="georgia"><br /></font></span></div><div><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><font face="georgia"><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>¡Gracias infinitas Antonio: qué privilegio el haberte conocido!</font></span><div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a>
Término acuñado por Pal Keleman, que pudiera ser de aplicación a las
construcciones filipinas, principalmente iglesias, construidas en los siglos
XVII y XVIII, pero en el que difícilmente encajan las construcciones del siglo
XIX. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></span></a>
En aquellos años presidida por Leoncio Cabrero, e impulsada siempre por Rafael
Rodríguez-Ponga, jugó un papel muy importante en despertar el interés de la
sociedad española por los estudios sobre Asia-Pacífico, y en especial sobre
Filipinas.<span> </span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></span></a>
<span lang="ES-TRAD">Aunque parezca un
sacrilegio escribir cervantes con minúscula, reivindico esta grafía cuando nos
referimos –nombre común- a uno de los más de sesenta centros que el Instituto
Cervantes tiene en todo el mundo. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/ANTONIO%20BONET%20EN%20MANILA.doc#_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></span></a>
<span lang="ES-TRAD">Autora de varios libros y
columnista, Gemma Cruz ha ocupado diversos puestos en la administración
filipina, entre ellos el de Directora del Museo Nacional. Donó la sustanciosa
cantidad recibida al ganar el concurso de Miss internacional a instituciones
benéficas.<span> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><br /></div>manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-40814806416101796582020-04-05T23:46:00.005-07:002020-04-12T20:28:52.635-07:00¿TRAERÁ EL COVID -19 LA SALVACIÓN DEL PLANETA?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5ul56sNCotBcc4zVb7LsX-MHu5wzZ676klgTzp7eX2G7jYuAfoJQl3qFNYmhoRz6ToWfiARJYdNJiTcQjKaN6e3PSxIGJpH0aZzo8CDAgqqn_tkMIqM5DawSfqAjKUWf8DmDW14wDWSA/s1600/20200321_070335.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5ul56sNCotBcc4zVb7LsX-MHu5wzZ676klgTzp7eX2G7jYuAfoJQl3qFNYmhoRz6ToWfiARJYdNJiTcQjKaN6e3PSxIGJpH0aZzo8CDAgqqn_tkMIqM5DawSfqAjKUWf8DmDW14wDWSA/s320/20200321_070335.jpg" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Por primera
vez en su historia, la humanidad sufre un ataque del que son objeto todos sus
pueblos y naciones. Hasta ahora ese ataque global era solo una posibilidad
reflejada en películas de ciencia-ficción en las que el mundo es atacado por
extraterrestres, y en las que toda la humanidad es objeto de destrucción o de
conquista subyugadora. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="text-indent: 35.4pt;"><br /></span>
<span style="text-indent: 35.4pt;">En una guerra
nuclear toda la humanidad podría haber sufrido, o podría sufrir, la
aniquilación como consecuencia de un enfrentamiento entre dos o más potencias. La
amenaza de que, meteoritos aparte, pudiera desaparecer nuestra civilización, la
vida en nuestro planeta, como consecuencia de una guerra nuclear, se hizo
realidad cuando al menos dos potencias antagónicas dispusieron de arsenales de
armas con capacidad para destruirlas por completo. Aunque pareciera absurdo que
los dirigentes capaces de desencadenar esa destrucción masiva fueran a propiciar
su propia destrucción (y la de sus pueblos), episodios de la historia nos
recuerdan que no hay garantía absoluta de que ello no pueda ocurrir. Las
últimas generaciones, como nos ha recordado Bill Gates, hemos vivido con esa
amenaza nuclear. Amenaza al fin y al cabo, que se ha ido controlando bastante
bien. Las de Hiroshima y Nagasaki fueron las primeras y últimas bombas atómicas
arrojadas sobre seres humanos.</span><br />
<span style="text-indent: 35.4pt;"><br /></span>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La existencia
de seres inteligentes fuera de la Tierra es una posibilidad que muchos
sostienen. El avistamiento de ovnis para muchos lo prueba. Pero no hay
evidencia de que existan esos seres ni mucho menos de que quisieran
destruirnos.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El ataque
generalizado a todos los habitantes del planeta Tierra era hasta hace muy poco
una remota amenaza, una especulación teórica sin influencia alguna en nuestras
vidas.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero he aquí,
como ya advirtiera Bill Gates, que un ataque real, se ha cernido sobre todo el
planeta. No es nuclear, es microscópico; no es ciencia-ficción, aunque lo
parezca, es real. Las características biológicas del virus, y las
circunstancias actuales del medio, extremadamente abierto como consecuencia de
los procesos llamados de globalización, han provocado que el agente destructor,
la enfermedad, no se detenga en ninguna frontera, y ataque por igual a pobres
que a ricos. Todo ser humano es susceptible de ser alcanzado por la
enfermedad. Y eso ocurre por primera vez
en la historia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Además, como
cada persona es capaz de transmitir la enfermedad, cada persona actúa a su vez como
un arma que puede causar la muerte retardada, con su sola presencia, de los
seres menos inmunes con los que se cruza. Todos somos bombas de relojería
andantes, hasta los niños, especialmente ellos, que curiosamente son los menos
vulnerables. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
Por primera
vez todos hemos comprobado que somos vulnerables ante una misma causa o agente
destructivo. Todos, sin excepción. Y no en un libro que hemos leído, en una
película que hemos visto; no es una posible amenaza, no es una pesadilla de la
que nos acabamos de despertar; es una realidad que está afectando a nuestra
vida, que está afectando a todas nuestras vidas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="text-indent: 35.4pt;"><br /></span>
<span style="text-indent: 35.4pt;">Y podría ser
mucho peor; puede ser todavía peor; si el virus se transmitiera por el aire que
respiramos, si su letalidad fuera mayor... Nos hemos damos cuenta
colectivamente y casi al unísono de que como especie somos muy vulnerables;
somos vulnerables como lo fueron los dinosaurios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
La amenaza que
representa el cambio climático, provocado por la acción devastadora del hombre
sobre la naturaleza, es una amenaza tan real como la nuclear, que algunos se
han tomado muy en serio en las últimas décadas, pero que no todos se lo han
tomado tan en serio. Como en los tiempos iniciales de la pandemia del Covid-19,
muchos creen que el cambio climático no es para tanto, que a nosotros no nos va
a afectar (los icebergs no se derriten en Londres), que ya se tomarán medidas
cuando la cosa se ponga peor, que no está cien por cien demostrado que el
agujero de la capa de ozono se deba a la acción humana, etc. No nos hemos
tomado en serio, no hemos llegado a interiorizar la idea de que la vida en el
planeta está amenazada, de que puede desaparecer, de que tarde o temprano nos
va a afectar a todos de manera irreversible. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
Por cierto que
la naturaleza se está dando estas semanas un respiro. Los cielos horriblemente
contaminados durante décadas de las megalópolis se han limpiado y lucen
intensamente azules. Aparecen en el horizonte montañas que ya no sabíamos que
estaban allí y que podíamos ver desde nuestras ciudades. Hasta la capa de ozono
se está regenerando; algunos por ello han querido ver en el virus un
instrumento de un mecanismo de ajuste de la naturaleza. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
Nos ocurre a
nivel de especie como al fumador crónico le ocurre a nivel individual; sabe que
el tabaco le puede matar, sabe que no es lógico seguir fumando, que debería
dejarlo, que es absurdo día a día seguir intoxicándose. Y hasta que algo o
alguien no provoca un <i>click</i> en su
interior, no le nace la determinación inequívoca de dejar de fumar, no
interioriza esa idea; y sólo a partir de ese momento del <i>click</i> es capaz de poner en práctica las acciones necesarias para
conseguir su objetivo de liberarse de la tiranía del tabaco. Lo mismo podría
decirse que ocurre con determinadas relaciones humanas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
El Covid-19
podría ser el desencadenante de que se produzca ese <i>click</i> en nuestro interior que nos haga tomarnos a todos muy en
serio el hecho de que la acción del hombre sobre el planeta puede destruirlo, y
va a destruirlo si seguimos así, como antes de que el mundo se parara en marzo
de 2020. Ese <i>click</i> a partir del cual
seamos plenamente conscientes de que no es solo una teoría, una película o una
pesadilla, sino que es algo muy real que acabará afectándonos a todos, de forma
dramática, tal vez destruyéndonos a todos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
El fumador
empedernido ha sufrido una bronquitis aguda que le ha tenido postrado, y que le
ha hecho ver cuál puede ser su triste final. Ha visto el final de otros
fumadores como él, cuyo sistema inmunológico estaba más débil. Si no deja de
fumar ya, tarde o temprano seguirá el mismo camino. Si la humanidad no aprende
de esta crisis llegarán otras crisis de consecuencias mucho más devastadoras.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
El aspecto más
significativo, aun siéndolo mucho, no es el cuantitativo. No sabemos cuántas
muertes acabará causando el Covid-19. Algunas fuentes auguran el millón. Son
muchas, demasiadas en términos absolutos, pero si las comparamos con las
provocadas por otras causas: 1,3 millones de personas mueren al año en las
carreteras del planeta; casi diez millones al año de cáncer; más de 6,3 millones
de niños por causas relacionadas con la desnutrición; más de ochocientas mil
personas se suicidan cada año; se estima que la mal llamada gripe española de
1918 acabó con la vida de entre veinte y cuarenta millones de personas. Vemos
que en términos relativos la mortandad ocasionada por le Covid-19 no es mayor a
la de otras lacras que ha padecido o padece la humanidad. Lo realmente
extraordinario, además de que la contabilidad de estas muertes se hace pública
al día, casi a la hora, es que haya afectado a todo el mundo y que haya
provocado el cese de la actividad humana en el planeta, mostrando
la vulnerabilidad del mismo y de los sistemas sociales y económicos que rigen
la vida en él. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br />
La crisis del
Covid-19 pone en evidencia la necesidad de trabajar conjuntamente y de adoptar
políticas comunes a nivel planetario, y de que eso sea una prioridad: que el
mundo sea uno (<i>and the world will be as
one</i>), no sólo en nuestra imaginación sino en la realidad. Constituye además
una advertencia muy seria sobre la vulnerabilidad del planeta y de la especie
humana. Una nueva advertencia<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/Traer%C3%A1%20el%20Covid-19%20la%20salvaci%C3%B3n%20del%20palneta.docx#_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 107%;">[1]</span></span></span></a>
que ha paralizado el mundo, y que debería propiciar el nacimiento de un nuevo
orden social, económico y sobre todo político. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Documents/05%20PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/Traer%C3%A1%20el%20Covid-19%20la%20salvaci%C3%B3n%20del%20palneta.docx#_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[1]</span></span></span></a> Paul
McCartney que no es un letrista como pudieran serlo Cohen, Dylan o Aute, es
capaz de crear quizás como ningún otro autor contemporáneo, con gran sencillez
(cultura pop) icónicas metáforas sonoras sobre temas de absoluta trascendencia:
Eleanor Rigby (la soledad), Yesterday (la memoria), Let it be (la aceptación). La
canción <i>Despite repeated warnings, </i>el
decimocuarto corte de su último álbum <i>Egypt
Station</i>, simboliza líricamente la actitud irresponsable y suicida de
algunos políticos ante la realidad del cambio climático.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-88831384241731911202020-03-25T00:00:00.003-07:002020-04-05T23:34:51.898-07:00VEINTITANTAS HORAS EN HUE, (JUNIO 2004)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGmFU5MpWgkzkuqtI6-ZDQjPU7teZp4gsWR1dZ_QAzyPLVUJimcVMPhzC8Ap9Jr2CG-GpvU8d8sRp5nME2FLRbZlSzagQyCSCh61AR7HgvaoWO38Zz2sR3cVyiYj6CqulWhsR1ELIuByY/s1600/122-2201_IMG.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGmFU5MpWgkzkuqtI6-ZDQjPU7teZp4gsWR1dZ_QAzyPLVUJimcVMPhzC8Ap9Jr2CG-GpvU8d8sRp5nME2FLRbZlSzagQyCSCh61AR7HgvaoWO38Zz2sR3cVyiYj6CqulWhsR1ELIuByY/s320/122-2201_IMG.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES;">VEINTITANTAS HORAS EN HUE, (junio 2004)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">A mi izquierda discurre el río Huang, cuyo nombre,
traducido, viene a querer decir "de los Perfumes". A mi derecha se
van sucediendo las edificaciones, cada vez más escasas a medida que mi
bicicleta me aleja de Huế. Paro para hacerle foto a una monumental portada que
quizá dé acceso a algún templo, antigua residencia de mandarines, o vaya usted
a saber. Sigo mi recorrido, hasta que alguien al borde del camino me hace
parar, indicándome que debo "aparcar" la bicicleta en una zona en la
que se encuentran modestos puestos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">souvenirs,</i>
y de refrescos. Todo parece indicar que he llegado a la pagoda de Thien Ma,
cuya imagen vi por primera vez hace tres años, en la revista de Bangkok
Airlines, cuando viajaba desde la capital de Tailandia a Siem Reap, para
visitar el sublime complejo de Angkor Vat. La contemplación del escalonamiento
ascendente de sus cuerpos octogonales me remitía necesariamente a las formas
similares de las torres-campanario de las iglesias filipinas. En efecto, tras
andar unos pocos pasos, en una curva del camino que sigue la curva del río, en
un montículo, se alzó ante mí la ya familiar silueta, recortada contra un cielo
calimoso, azul lechoso. Entre grupos, no muchos, de turistas locales, unas
chicas occidentales, probablemente norteamericanas, cuyas formas potentes y
curvadas anatomías despiertan en mí ya más interés por su exotismo que por su
propio atractivo sexual, acostumbrado a la levedad suave de la mujer
oriental.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me llaman la atención unas
barandillas con forma esvástica, común en las iconografías de culturas
milenarias, antes de ser adoptada como símbolo por los nazis. Tras la pagoda se
alza un pequeño templo en cuyo interior un monje hace su ofrenda ante una gran
imagen de Buda, entonando características plegarias. El río discurre hermoso a su
paso por Thien Ma. Abundan los árboles de fuego, esos que en Filipinas llaman
caballeros, incendiando con sus flores rojas el verde paisaje subtropical.
Alguna barca, a motor, surca el ancho Río de los Perfumes de cuando en cuando,
mientras otras fondean al pie de la pagoda a la espera de capturar a algún
turista para hacer el día. Se respira placidez, lejos de los enjambres de
motocicletas que recorren las calles de Huế. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La pagoda no es ya el
símbolo de Huế, sino tal vez el icono monumental de Viet Nam. Es difícil
competir con el poder icónico-simbólico de una torre: París es la torre Eiffel
y no Nôtre Dame; Sevilla la Giralda, y también la torre del Oro. Barcelona las
torres de la Sagrada Familia; La Coruña, la torre de Hércules; Nueva York la
estatua de la Libertad, que es una torre con forma de mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tras hacer un buen número
de fotos me dispongo a recuperar mi bicicleta, previo pago de veinte mil <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dongs</i>, que al cambio son unas veinte
pesetas. Al depositar la bici me habían dado un cartón con un número, el mismo
que el muchacho que me atendía había escrito con tiza sobre el sillín. Viet Nam
empieza a ser un país turístico, y aunque sin llegar a los extremos de otras
latitudes donde enjambres de vendedores ocasionales acosan al turista con la
venta de baratijas, camisetas o bebidas -el caso más lacerante que he padecido
es el de Borobudur, en Java- va por ese camino. Los barqueros apostados al pie
de la pagoda querían a toda costa llevarme a dar una vuelta por el río. Aunque
siempre es agradable el paseo en barca por un caudaloso río, no era ése mi
siguiente objetivo, sino la visita a la tumba del "emperador" Tu-Duc.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Al otro lado del río, desperdigados por el campo,
hay una serie de complejos funerarios de mucho interés, como Tu-Duc Tomb.
Empecé a dudar entre volver a Huế por donde había venido -idea inicial- y
visitar la ciudadela, o cruzar el río, y seguir mi expedición sobre ruedas en
busca de las tumbas de los emperadores. Me decanté por esto último, y acabé por
aceptar los servicios de una mujeruca, cubierta con el omnipresente gorro
cónico de agricultor vietnamita -que forma parte indisoluble del paisaje de
este país- quien me ofrecía cruzarme a la otra orilla del río por una módica
cantidad. Tras bajar al embarcadero, subimos mi bicicleta a la barca
motorizada, donde aguardaban dos niños pequeños y otra mujer. Saqué más fotos a
la pagoda, en máximo contrapicado. Tras cruzar el río, mi sorpresa es que la
travesía no termina en embarcadero alguno sino en la orilla pura y dura, con su
escarpe y su maleza. Protesto y gesticulo: ¿cómo voy a desembarcar con mi
bicicleta, en semejante paraje? La mujeruca saca la bicicleta de la
embarcación, y la aposta en la orilla. Me hace indicaciones de que cerca
encontraré el camino que me permitirá reanudar mi marcha sobre ruedas.
Refunfuñando subo la agreste pendiente desde la orilla, tirando de la bicicleta
por su manillar. En efecto, pronto encuentro el camino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mi equipaje se reduce a un
bulto, que no es otro que una cartera de cuero para guardar el ordenador, que
me había regalado Beatriz en mi último viaje a Madrid, mucho más útil para
viaje que la original funda, por disponer de varios compartimentos. El
ordenador lo había dejado en el hotel de Hanoi, dentro de la maleta. Para día y
medio en Huế, no es necesario mayor equipaje. Además de la muda y objetos de
aseo, llevo el móvil, la cámara digital, mis medicamentos, las llaves, el
estuche con las gafas... En el camino hasta la pagoda, he colocado la cartera
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuero en el portaobjetos metálico que
tiene la bici detrás el manillar, sobre la rueda delantera. Aunque mi equipaje
no pesa mucho, a veces su descompensado reparto me obliga a hacer esfuerzos
suplementarios para controlar el manillar. Por ello decido hacer uso de la
posibilidad que ofrece la cartera de llevarla en la espalda a modo de mochila.
De esa forma la conducción de la bici es más cómoda y equilibrada. Celebro no
haber cortado las correas que permiten la posición mochila, y que tan poco
útiles me habían parecido al principio, para una cartera de sus
características.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Compruebo que de no mucho
me sirve el mapa que llevo, para orientarme en una maraña de caminos rurales.
La referencia del río me permite tener una idea aproximada de hacia donde me
debo encaminar. Hay casas dispersas a los lados del camino; pregunto por el
rumbo que debo tomar a algún que otro caminante que voy encontrando. Es difícil
para un occidental hacerse entender en un país como Viet Nam, en cuyo idioma la
modulación tonal es esencial. Por ello, para las preguntas me ayudo del mapa,
haciendo leer al interpelado mi destino. Sé que más o menos voy en la dirección
correcta, aunque sin certidumbre de ello. Voy en paralelo al río; en algún
momento deberé torcer en perpendicular. Llego a la intersección con un ancho
camino, en el que se encuentra el acceso a una fábrica, cuyas chimeneas se
pueden ver a cierta distancia. Me paro y pregunto a dos hombres que forman el
retén que controla dicho acceso. Parece que me han entendido; me hacen
indicaciones inequívocas de que el camino que lleva a Tu-Duc Tomb comienza más
allá. Sigo por tanto por el camino paralelo al río. Oigo un ruido sordo por
detrás: será que he cogido alguna piedra, o tal vez el ruido venga de alguna de
las casas que flanquean, ahora con mayor intensidad, el camino. Llego a la
siguiente intersección: el camino que allí nace, debe ser el que me lleve a
Tu-Duc Tomb, según las indicaciones de los guardianes de la fábrica. Me paro
para cerciorarme de ello, y preguntó a una de las personas que están ahí, al
borde del camino, sentada viendo pasar la vida. Al descargar la mochila de mi
espalda, para coger el mapa, ¡plaff!: las llaves caen al suelo. ¡Horror! En
alguno de los mete y saca del plano en la cartera no he cerrado del todo la
doble cremallera de uno de los compartimentos. Aquel ruido sordo que sentí sólo
hace un rato se pudo deber a la caída de alguno de mis objetos. Hago una
apresurada revisión de la "mochila", y no echo nada en falta: está la
cámara, ¡menos mal!, la bolsita con las tarjetas de memoria suplementaria, el
pastillero de plata, el estuche de las gafas de sol que contiene las gafas
normales, ya que las de sol las llevo puestas; parece que está todo, pero no
obstante procedo a desandar lo andado, hasta la fábrica, escrutinando con
cuidado el suelo desde la bicicleta: no encuentro nada. En un momento dado se
me acerca un individuo, montado también en bicicleta, que recorre algunos
metros conmigo, hablándome en vietnamita: no sé qué es lo que puede querer
decirme, o pretender. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Vuelvo a andar lo desandado, y al llegar a la
intersección donde se me cayeron las llaves, pregunto por el camino hacia
Tu-Duc Tomb, que es en efecto el que allí comienza. Tu-Duc Tomb no está lo
cerca que según el mapa -sin escala- parecía estar. A los lados del nuevo
camino se ven tumbas aquí y allá. Parece que en Viet Nam los enterramientos se
producen casi en cualquier lugar, no concentrándose en estructuras acotadas
como cementerios. En cualquier caso, mi destino es un mausoleo real, por lo que
el encontrar tumbas en el camino no es mala señal. Por fin llego a una carretera,
que viene de Huế, y que conduce con toda seguridad a Tu-Duc Tomb.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tu-Duc Tomb es ya un lugar
turístico; en sus proximidades hay numerosos puestos en los que se venden
refrescos y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">souvenirs</i>; cómo ocurrió al
llegar a la pagoda, alguien sale a mi paso, haciéndome señas para que aparque
la bicicleta, en el terreno perteneciente a una especie de garito-merendero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La tumba del emperador
Tu-Duc es en realidad un basto complejo monumental con diversas edificaciones
que se disponen en un acotado parque con frondosas arboledas y un romántico
estanque inundado de nenúfares. Tu-Duc fue un emperador, el tercero de la
dinastía Nguyen, que reinó en Viet Nam durante buena parte de la segunda mitad
del siglo XIX. Aunque albergue su mausoleo, y por eso se conoce como la tumba
de Tu-Duc, el complejo era en realidad una residencia de recreo del emperador,
que tardó en construirse tres años. Entre sus magníficas construcciones
especial encanto tienen dos pabellones de madera situados junto al estanque, o
mejor dicho en el propio estanque, pues se levantan sobre pilotes a modo de
palafitos, que hacen las veces de embarcaderos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">En el mayor de ellos, en cuya cubierta hay
instalada una enorme gárgola cerámica, con forma de pez, entablé conversación
con una chica vietnamita que "me recibió" con una cálida sonrisa.
Aunque no sea raro, tampoco es tan frecuente encontrar a vietnamitas que hablen
inglés. Aunque cada vez vamos más turistas a Viet Nam, todavía despertamos
curiosidad, y es bastante frecuente que jóvenes y no tan jóvenes quieran
entablar conversación, y hasta lleguen a pedirte amablemente que te hagas una
foto con ellos. La chica en cuestión era de Huế y había ido a enseñarle Tu-Duc
Tomb a dos amigas suyas de otro lugar vietnamita que habían ido a Huế,
probablemente con motivo de su "Festival", gran celebración cultural
anual, organizada por las autoridades vietnamitas, con la colaboración de
algunas embajadas, sobre todo la francesa, y que se celebraba justo durante
aquella semana. Quizá lo más destacable de Tu-Duc Tomb sea la armonía de todo
el conjunto, el equilibrio entre los pabellones edificados y los elementos
naturales que los rodean.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hace calor y tengo sed.
Antes de entrar en el complejo me había tomado ya un refresco en uno de los
garitos de la entrada. Al salir de Tu-Duc Tomb, voy a recoger mi bicicleta del
merendero-párking donde la había dejado, y aprovecho la doble función del
establecimiento para beberme el agua de un inmenso coco que la amable señora
que custodia la bicicleta me despacha. Tras refrescarme, inicio el camino de
regreso a Huế. El otro complejo funerario que quiero visitar está bastante
alejado y ya va siendo tarde; además estoy bastante cansado, tras las
peripecias y el ejercicio en la bicicleta. A los cinco minutos de pedaleo, me
adelantan unas muchachas en motocicleta que me saludan con efusión: es "mi
amiga", que regresa a Huế, con sus dos visitantes. A medida que me voy
acercando a Huế, aumenta no sólo el número de edificaciones, sino también el de
motocicletas, que se mueven como hormigas, en movimiento continuo y por todas
direcciones: parece milagroso que no haya choques continuos, pues nadie frena;
todos driblan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Por fin llegó a la calle principal de Huế, la que
discurre paralelamente al río, en la que se ubican las edificaciones
institucionales, testimonio de un pasado colonial, periclitado no hace tanto
tiempo. Me detengo junto a un monumento que se levanta junto al río en un
mirador que lo domina; está dedicado a la memoria de héroes pertenecientes a un
movimiento revolucionario de comienzos del siglo XX. Termino mi jornada
ciclista en la calle trasera del hotel, devolviendo la bicicleta. Con el señor
que me la alquiló, en la mañana, se encuentra una jovencita, que deduzco es su
hija, la cual me habla en un correcto francés, que según me dice aprendió allí
mismo en Huế, en la escuela. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Tras pagar el alquiler de la bicicleta, me
encamino a mi hotel, el Morin Saigón, en el que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tenía la reserva hecha por la agencia de viajes de Hanoi, con la que
Manuel, el aulero, había<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contactado para
organizar mi excursión a Huế. Cuando llega uno a un hotel, siempre tiene sus
dudas, sobre la comodidad de la habitación, su higiene, etc. Por la mañana, al
registrarme, había podido comprobar que se trataba de un hotel antiguo, aunque
en buen estado. Lo único que había visto era el vestíbulo, de aire colonial,
sin aire acondicionado, lo que en principio me hizo pensar que no era "de
lujo", suscitando mis dudas sobre la comodidad de la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">El Morin-Saigon ocupa una manzana completa: la
fachada principal se abre al río, a través de la calle principal de Huế, que
corre paralela al mismo. El ruido que hace el enjambre de motocicletas que
continuamente la surca, horriblemente molesto. Había pedido una habitación que
diera al río, para gozar de su vista. Me di cuenta de que ello quizá me iba a
impedir pegar ojo, si el tráfico de motocicletas se prolongaba de madrugada, lo
que no sería de extrañar, pues era sábado, y estábamos en pleno festival. Al
subir, por fin, a la habitación, me llevo una sorpresa muy agradable: pues es
muy espaciosa, está magníficamente amueblada, y el baño es nuevo. El hotel, que
data de 1901, ha sido recientemente restaurado, conservando íntegro su rancio
sabor colonial; no es que sea, o deje de ser de lujo -que sí que lo es- es que
probablemente sea uno de los hoteles con más encanto del sudeste asiático. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Pero como nada es perfecto, compruebo que la
carpintería no aísla del infernal ruido que producen las motocicletas, y que el
río no se ve, pues los árboles lo tapan. Sí puedo ver el puente por el que en
la mañana había cruzado el río, que presentaba una curiosa imagen nocturna: los
distintos tramos -formados por arcos metálicos, de los que cuelga el tablero-
estaban iluminados con luces que iban cambiando de color. También divisaba
desde mi balcón, en la otra orilla, una noria, y se hacía muy patente el
bullicio de una ciudad en fiestas, con música a todo volumen. Tras tomar
posesión de mi aposento, ducharme y hacer el inevitable recorrido por los
canales de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cable TV</i>, me lancé a la
calle, aceptando la invitación que la noche, de agradable aunque algo calurosa
temperatura, me ofrecía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizás lo suyo hubiera sido tomar alguno de
los barquitos para turistas que hacen recorridos nocturnos por el río de los
Perfumes, pero yo me puse a andar por un paseo peatonal que discurre justo por
la ribera, por delante de la calle del Morin-Saigon. Entre ambas calles se
disponen hoteles de aire francés que alojan en la actualidad instalaciones de
instituciones públicas, algunos hermosamente iluminados; también abundan los
restaurantes, muy concurridos. Por todas partes letreros y pancartas que hacen
referencia al Festival de Huế, 2004. Y en el propio paseo una exposición de
pintura infantil, y diversas "instalaciones vanguardistas", la más
llamativa quizás, una constituida por escobas. No tengo hambre como para cenar:
cuando uno se da un tute como el que llevaba yo, y tras haber bebido miles de
litros de líquido, no se tiene hambre. Quizás picar alguna cosa, algo rápido,
pero no una cena formal. Comer solo es tristísimo. En la silla vacía, frente a
ti, se sienta la soledad a observarte. Lo malo de no comer en estos viajes, es
que así pierdes la oportunidad de conocer las particularidades de la cocina
local.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Quizás anduve durante
media hora, hasta llegar al final de la ribera peatonal, donde se tiende el
otro puente que une las dos orillas de Huế; allí me di la media vuelta, para
volver por donde había venido. Al llegar a cierto punto se me acerca un niñito
de unos seis años que jugaba con otro a la pelota; a la ida a punto estuve de
darle yo una patada a esa misma pelota que venía mansamente hacia mí, pero se
me adelantó una turista que chutó devolviéndola hacia donde estaban los niños,
golfillos de la calle; no reparé en la ida que entre patada y patada a la
pelota los críos mendigaban; pero a la vuelta uno de ellos me extendió la mano,
persiguiéndome un rato con la mano extendida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Seguí mi camino dispuesto, como cotidianamente en
Manila, a no alentar con mi óbolo una mendicidad infantil propiciada por
desaprensivos padres que utilizan a las desafortunadas criaturas. A uno siempre
le entran remordimientos cuando se ve involucrado en una escena de éstas, y
aunque a fuerza de vivirlas en Manila -y de salir de ellas a la voz de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">walang pera</i> (no hay dinero) con lo que
el precoz mendicante comprueba que no eres un turista de paso- el corazón se va
endureciendo, uno siempre se queda con la sensación de que algo más habría qué
hacer. Tras andar algunos pasos, sentadito en la acera veo a un pequeño
harapiento menor del año -todavía no andaba- que era "cuidado" por
los dos "futbolistas". Aunque no iba a resolver el problema de los
golfillos de Huế aquella noche, sí que podía hacer algo más que seguir andando
de vuelta a mi hotel: retrocedí hasta un puesto de bebidas por el que acababa
de pasar y compré unos zumos de frutas que entregué a los chavalines. Fue
enternecedor ver cómo el más travieso y descarado de los dos fue inmediatamente
a darle de beber el zumo al chiquitín. Éste bebía con fruición, mientras el que
poco antes gamberreaba descarado se convertía en cuidadosa nodriza, encorvada
su frágil anatomía sosteniendo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tetrabrick</i>
y la pajita para que su ¿hermanillo? pudiera beber. Era enternecedor: me dieron
ganas de sacar una foto, pero inmediatamente pensé qué era sacar una utilidad
de la desgracia ajena, y me contuve (mal reportero hubiera hecho yo). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Los paseantes se paraban a mirar curiosos: hasta
se formó un grupito. Una niña sonriente y cuchicheante sacó una cámara para
hacerles una foto, lo que me apresuré a evitar: "esto no es un
espectáculo, ni es divertido; es muy triste", dije, así que nada de fotos.
Los viandantes siguieron su camino, pero dos niñas de unos catorce años se
quedaron allí, y una de ellas cogió al pequeño en brazos. Le dije si era de Huế
o turista, como la mayoría de los viandantes. Me contestó que sí, era de allí,
y veía con frecuencia a los niños: ella también les había comprado comida
alguna vez. Hablamos un ratito: la conversación, pronto se agotó, y yo seguí mi
camino hasta llegar al hotel, con el temor de que el ruido de las motocicletas
no me dejara pegar ojo en toda la noche. Estaba cansado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span style="mso-ansi-language: ES;">Tras darme una ducha, me metí en la cama,
recorriendo los distintos canales internacionales de televisión, más que nada
para que el ruido de la tele enmascarara al más desagradable de las
motocicletas. Me puse a pensar en lo que iba a hacer al día siguiente: visitar
la ciudadela, y el otro gran mausoleo, más alejado de Huế, calculando la hora a
la qué debería levantarme, para poder hacer con holgura el programa deseado.
"Llamaré a recepción para que me despierten a la hora oportuna",
pensé, "y pondré también el despertador del móvil, por si acaso".
"El móvil ¡El móvil! ¡Maldita sea!¡El móvil! Ha sido el móvil, claro lo
que se me cayó en el camino de Tu-Duc Tomb. ¡Maldita sea!" Profundamente
cabreado por la pérdida del móvil, apenas reparé, al apagar la televisión, en
que el ruido de las motocicletas en la calle había cesado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-17832396174439417672020-03-14T00:23:00.002-07:002020-04-05T23:38:31.744-07:00TRIBULACIONES DE EXPAT (II): los stencils. [Diario de un expat balikbayan (4)]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2THhrAiCI5REm8yt0s8lPuXDr7z-7K1v0ayep7IogTyUkGGHwiM0YUHmWoZ96FDJ8b_DDO_LvyyGX6_y962V8ao7Cb-Klk4m7rbi13W_sMfwPVWqJT_ADltufIcm7B66UM6gi6YVjj0o/s1600/103-0397_IMG.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2THhrAiCI5REm8yt0s8lPuXDr7z-7K1v0ayep7IogTyUkGGHwiM0YUHmWoZ96FDJ8b_DDO_LvyyGX6_y962V8ao7Cb-Klk4m7rbi13W_sMfwPVWqJT_ADltufIcm7B66UM6gi6YVjj0o/s320/103-0397_IMG.JPG" width="240" /></a></div>
<b><br /></b>
<b>TRIBULACIONES DE EXPAT (II): los stencils</b><br />
<b><br /></b>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En mi anterior entrega decía
que me encuentro bastante más incómodo ahora que en mi primera etapa de vecino
de Makati (2001-06). Y una de las causas fundamentales es el coche, o mejor
dicho, la ausencia de él. En la época anterior teníamos coche con chófer en el
Instituto. Éramos el único centro de la red con coche, además de Argel que
tenía -creo sigue teniendo- coche blindado. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
No disponer de coche y chófer
en Metro Manila, hoy en día viene a ser como lo era mortificarse con cilicios
todos los días en el siglo XVI. Hay una norma no escrita por la que los centros
del Instituto en el mundo no pueden disponer de un coche. El primer director
del centro de Manila (segundo en realidad, técnicamente hablando), compró un
Nissan Patrol 4x4, y contrató a un chófer, adelantándose a esa norma no
escrita, e hizo muy bien. Yo heredé aquel coche y aquel conductor y ahora, casi
veinte años más tarde, compruebo lo afortunado que era entonces. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A causa del magma del tráfico
los desplazamientos en Metro Manila son penosos y de duración muy prolongada,
entre una y dos horas, que pueden ser más, para moverse entre los barrios en
donde se encuentran las instituciones que frecuentamos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habitualmente. Si te lleva el chófer -aquí
todo el mundo, hasta los españoles lo llaman <i style="mso-bidi-font-style: normal;">driver</i>- tú puedes ir cómodamente detrás, leyendo informes, hablando
por teléfono con unos y con otros, meditando o simplemente durmiendo, que como
el sueño es siempre ligero en Manila, la ciudad que nunca duerme, uno suele ir
falto de él. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El coche aquel hacía un
servicio extraordinario. El fin de semana en vez de dejarlo aparcado en el
jardín del Cervantes, me lo llevaba a mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">condo</i>
-abreviación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">condominium</i> -que es
como todo el mundo, hasta los españoles llaman aquí a los edificios de
apartamentos, con recepción y servicios comunes- donde disponía de una plaza de
aparcamiento. El coche tenía ya sus años, y se había quedado bastante obsoleto,
pero ya me habían dicho en Madrid que no había reposición posible; que cuando
llegara el momento de dárselo al chatarrero, el centro de Manila dejaría de ser
una anomalía en la red en lo que a disponer de vehículo propio se refiere. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Al ir a los hoteles de cinco
estrellas, Peninsula, Shangri-La, Intercon, mayormente, a las recepciones de
las embajadas, nuestro coche contrastaba profundamente con los lujosos
vehículos que allí acudían, todos impecables últimos modelos. Al dejarme el
chófer, Nilo (Leonilo) era su nombre, en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">porte-cochère</i>,
a la entrada del hotel, yo me veía- sin ningún complejo eso sí- como Paco
Martínez Soria, llegando desde la provincia a la gran ciudad. Mi compañera de
aventuras y anécdotas de aquella época, muy dada a poner muy acertados motes y
apodos a las personas y a las cosas, y a la que no le importaba nada, a pesar
de derrochar clase, belleza, elegancia y glamour, que yo fuera a buscarla los
fines de semana en tan sufrido y viajado vehículo, lo rebautizó como "la
tartana". Y así lo llamábamos al Nissan Patrol, con mucho cariño. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A mí me hizo un servicio
impagable los cinco años que estuve aquí. Murió poco después de yo irme; y lo
peor es que antes incluso de que eso sucediera los nuevos gestores del centro
despidieron al bueno de Nilo. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">driver</i>
en Manila es una suerte de escudero. Con él pasas tantas horas, le haces tantas
confidencias, reflexionas en voz alta con él: viene a ser como tu sicólogo,
porque tampoco habla nada; se limita, muy educado, a decirte a todo “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">yes sir”</i>, y a responderte cuando le
preguntas. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A Jesús el que fuera conductor
de los directores del Instituto Cervantes, desde Sánchez Albornoz hasta
Caffarel, le dije un día, poco antes de que se fuera a jubilar, que por qué no
escribía un libro de memorias con las semblanzas de los directores. Jesús,
excelente persona y profesional, discretísimo, no lo hará nunca y no por falta
de talento o habilidad, que en el Cervantes hasta los conductores son muy
cultos y escritores potenciales, sino por discreción. A mí todo lo que me contó
fueron anécdotas sobre las virtudes de sus, nuestros, jefes; como que Juaristi,
mente prodigiosa, se podía leer dos libros completos tranquilamente en un viaje
de Madrid a Zaragoza. No me habló, por ejemplo, de los cabreos telefónicos de
los que a buen seguro fue testigo, de alguno de nuestros próceres.
<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Me he ido de época y de
continente; disculpe el lector. Es que el tema de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">drivers</i>, me doy cuenta, puede dar para mucho, y está muy poco trillado.
Pues bien, estábamos en que el equipo que me sucedió puso al bueno de Nilo de
patitas en la calle. En el fondo no dejaba de ser una patada que me daban a mí
en el trasero de Nilo. ¡Ay el adanismo! al que tan dados somos, quiero creer
¿éramos? los españoles. Echar por tierra lo que ha hecho tu antecesor es lo que
suelen hacer los gestores inseguros. Es un pecado que en sí mismo lleva su
penitencia, pues con su gestión adanista, en general nefasta, estos gestores
inseguros hacen bueno al gestor anterior, aunque este no fuera, o sí, una
lumbrera. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Afortunadamente el Cervantes
se ha ido profesionalizado cada vez más, incluso en el estamento menos
profesionalizado que era el de los directores; ya sólo falta profesionalizarlo
de oficio, porque de hecho ya lo está. A Nilo, como a los jugadores de
fútbol no le ha sentado nada bien la pérdida de titularidad; a diferencia de
otros colaboradores del Instituto, y de la Embajada, que siguen desde mi época
anterior, y a los que he encontrado espléndidos. Si Nilo hubiera seguido en el
Cervantes todo este tiempo, no me cabe duda de que estaría ahora en mejor
forma. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El Cervantes de Manila no
tiene coche: ya no es una anomalía en la red Cervantes, aunque sí que lo es en
Manila: nadie se lo explica aquí. Nos movemos a base de Grab (el Uber del
Sudeste asiático). Es cómodo y eficaz según las zonas y días de la semana. Un
viernes a partir de mediodía la probabilidad de que un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grab</i> venga a recogerte al corazón de Makati, donde se encuentran
¿para bien? nuestras oficinas, viene a ser la misma que la que tienen los sapos
de bailar flamenco (Ella baila sola). Y en Malate, no necesariamente en
viernes, he tenido que esperar entre 45 minutos y una hora a que me viniera a
recoger un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grab</i>. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En cualquier caso yo me he
traído mi Toyota RAV-4 directamente desde Marruecos, aunque creo que hubiera
sido mejor venderlo allí. Si bien lo he tenido desde hace varios meses en el
garaje de mi <i style="mso-bidi-font-style: normal;">condo</i>, sólo lo he podido
comenzar a utilizar hace unos días; la cantidad de trámites que han sido
necesarios para ello merecería un calificativo que superaría con creces la
carga semántica de “kafkiano”. Tras varios intentos infructuosos de resolver
los trámites administrativos para matricular el coche, nos vimos obligados, mi
secretaria y yo a recurrir a Armand. Armand, que no es francés, sino
filipino de pura cepa, trabajaba de ordenanza en el Cervantes de ordenanza
cuando yo llegué a Manila en 2001. Dinámico hasta poder decir que encarnaba el
principio del movimiento continuo, servicial, respetuoso y eficacísimo. Sin la
menor duda uno de los mejores colaboradores, confundidas todas las categorías
(perdón por el galicismo), que he tenido. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Armand encarnaba también esa
figura tan común del "hombre para todo", al que todo el mundo de la
oficina acude cuando tiene un problema. En cada centro de los que he estado
siempre había, o aparecía un "armand". Y cuando el armand es
excepcional -como era el caso de nuestro Armand de Manila- lo acaba fichando el
Barça, que en nuestro caso viene a ser la Embajada. También nos ocurrió con el
armand de Rabat, el muy querido Abdallah. Armand trabaja, ya desde hace más de
quince años en la Embajada, pero seguimos acudiendo a él cuando tenemos algún
problema irresoluble, como el de la matriculación de mi coche. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Durante dos días acompañé a
Armand a Quezon City al LTO (Light Transportation Office), a distintas
dependencias donde debían resolverse determinados trámites administrativos,
incluida una especie de ITV. Yo ya había desistido de intentar encontrarle
cualquier lógica a cualquiera de los distintos trámites; seguía a cada paso con
fe ciega a Armand, limitándome a preguntarle cada vez: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">what's next</i>? De todos estos interminables trámites los que más me
han llamado la atención han sido los relativos a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">stencils</i>: en varias ocasiones un operario provisto de un lápiz y un
papel de cebolla ha procedido a identificar alguna marca o número de bastidor,
chasis, motor, etc. Por el procedimiento de frotar con el lápiz sobre el
papel colocado encima de esa marca o número, esculpida en relieve en alguno de
los mencionados componentes del coche. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Los lectores que ya hayan
alcanzado cierta edad recordarán que cuando éramos niños poníamos un papel
sobre una moneda de peseta o de duro, frotábamos con un lápiz y aparecía la
cara de Franco. Pues aunque no lo supiéramos entonces, resultaba que estábamos
haciéndonos un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">stencil</i>. Se preguntará
el lector: ¿y para qué hacer los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">stencils</i>?
Según me explicaron para comprobar que todas las piezas del coche vienen de
fábrica y no hay componente que pertenezca a coche robado y desguazado
previamente. Pero oiga, si mi coche ha venido directamente de Marruecos en una
mudanza con franquicia diplomática. Da igual, hay que pasar por los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">stencils</i>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-55585037212857685022020-02-08T04:15:00.004-08:002020-06-04T18:28:07.066-07:00TRIBULACIONES DE EXPATS (Incluye el relato “Malditos dieciseisavos”) [Diario de un expat-balikbayan (3)]<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJaRV1AQjMGxjSH34AdBM1ltUoObbDmlrflJv9ch4dT5cFE4EuuXGqsVOliNOvZQaspD-Vr7HW04DE1Q3N4NBUrv0T5NFA3vXIxyi9kUTTxPu8ezUTNALVYaH3LLeEsSdQHwWkW5U27k/s1600/20200131_151715.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJaRV1AQjMGxjSH34AdBM1ltUoObbDmlrflJv9ch4dT5cFE4EuuXGqsVOliNOvZQaspD-Vr7HW04DE1Q3N4NBUrv0T5NFA3vXIxyi9kUTTxPu8ezUTNALVYaH3LLeEsSdQHwWkW5U27k/s320/20200131_151715.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b>TRIBULACIONES DE EXPATS (Incluye el relato “Malditos dieciseisavos”). <o:p></o:p></b></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Vaya por delante que cuando vamos a trabajar a otro país, no es porque alguien nos haya puesto una pistola en el pecho. En la mayoría de los casos tampoco es porque alguien de ese país nos haya llamado. Casi siempre vamos porque, por una u otra razón, nos interesa. Debemos tener muy claro, aunque a algunos algunas veces les cueste admitirlo, que el país que nos acoge va a seguir funcionando exactamente igual estemos nosotros en él o no. Es decir: si no nos gustan sus costumbres, o su forma de ser, o su comida o sus servicios, el problema mayormente lo vamos a tener nosotros, si no nos adaptamos.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Dicho esto, es lógico que encontremos chocantes muchas de las cosas que nos ocurren cada día, y que tengamos que ejercitar la virtud de la paciencia en no pocas ocasiones, porque sencillamente las cosas en el país de acogida no son como en el nuestro, ni como creemos que deberían ser.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
He recuperado unos relatos que escribí hace ya casi veinte años, en mis primeras estancias en Filipinas, contando las peripecias que me acontecían cuando alquilaba coches. Leyéndolos ahora veo que adolecía -quizás era inevitable- del "síndrome del <i>expat</i>", que quizás no estaba todavía acostumbrado a cultivar -en su necesaria medida- la virtud de la paciencia, y que acababa desesperándome -con mayor o menor razón- por las chocantes cosas que me ocurrían.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En esta nueva etapa de vecino de Makati, me doy cuenta de que con respecto a la etapa anterior (2001-2006), he perdido algunas comodidades: por ejemplo la facilidad de los trámites bancarios de los que disfrutaba entonces; y la pérdida no es achacable en absoluto a Filipinas, sino a Europa o al Citibank, o quizás a los dos. Yo fui de los primeros clientes que tuvo Citibank en España a comienzos de los 80. La diferencia con los vetustos bancos españoles era sideral. Citibank además estaba presente, y tenía cajeros automáticos en muchísimos países, casi todos por los que yo viajaba entonces, y Filipinas no era una excepción.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Había un cajero automático casi debajo de mi casa, que me daba pesos filipinos contra mi cuenta en euros en España aplicando un cambio más favorable para el cliente -en este caso yo- que ningún <i>money changer</i> de la ciudad, y de lejos que ningún banco del país. Disponer de dinero era muy cómodo y sencillo, sin necesidad de hacer costosas y lentas transferencias entre cuentas bancarias.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pues bien: Citibank decidió allá por 2014 que no le interesaba el ¿arcaico? mercado europeo, y se las piró del Viejo continente. Su red española se la vendió al Banco Popular cuya filosofía estaba en las antípodas de la del Citibank; lo que ocurrió después de esta venta ya es historia de la banca española. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Ahora que ya no tengo cuenta en Citibank, he tenido que abrir dos cuentas, una en euros y otra en pesos en el BPI (Bank of the Philippine Islands), antiguo Banco de las Islas Filipinas creado en época española. Cada vez que necesito disponer de <i>cash</i>, he de hacer una transferencia desde mi banco español a la cuenta en euros del BPI, normal, pero si quiero pasar de euros a pesos me aplican un cambio horroroso mucho más bajo del que ofrecen los <i>money changer</i>s, con lo que lo que hago es retirar euros, y cambiarlos en uno de estos establecimientos privados donde cambian divisas.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Retirar los euros, aun siendo cliente del banco no es tan sencillo: requiere cada vez formularios y firmas varias, y con ello una demora en la gestión que cada vez se me hace más eterna. Menos mal que el <i>money changer</i> más cercano se encuentra en el mismo edificio de la oficina en la que trabajo: los edificios de oficinas de Makati son como pequeños barrios en altura (no menos de cincuenta pisos) donde hay casi de todo. Pero también la operación del cambio tiene su dilatada espera; no sólo porque haya muchos clientes sino porque los procedimientos siguen siendo como en la era predigital; y no es que Filipinas no esté adelantado en la agenda digital, yo diría que lo está más que Europa en no pocos ámbitos, pero en los bancos siguen haciéndolo todo manualmente y pasando por unos y otros operarios; la mano de obra es muy barata en Filipinas, y bancos, restaurantes y grandes almacenes disponen de ejércitos de empleados que superan en número al de clientes, con un resultado de eficacia, muy dudosa, a diferencia de lo que comportaría la, automatización y racionalización de procesos.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Algo muy positivo y cómodo de Filipinas es que el uso de tarjeta de crédito está muy extendido, prácticamente al mismo nivel que en Europa, con lo que para reducir en lo posible la frecuencia de los trámites que conlleva el adquirir pesos en <i>cash</i> tiro de tarjeta de crédito hasta para tomar café. El caso es que las incomodidades bancarias, y otras -de las que quizás hable en otra entrega- me han hecho recordar esas historias de <i>expats</i> que me ocurrieron hace tantos años, cuando Filipinas era igual que ahora pero diferente, cuando no había todavía euros, ni redes sociales, y que ahora gracias a ellas me atrevo a compartir con el amable lector de estas líneas.<o:p></o:p></div>
<br />
<span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><br /></span>
<span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><b>Malditos dieciseisavos </b></span><span style="font-size: 11pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><b>(Escrito en su versión original a finales del año 2000)</b><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Alquilar un coche no debería ser tan complicado, ni tan caro, en una ciudad como Manila. Sin embargo lo es. La demanda es escasa. Claro, no hay mucho loco que prefiera, o simplemente necesite, moverse de forma independiente por tan peculiar megápolis. Es mucho menos nocivo para los nervios, desde luego, que te lleven, y no dejarse engullir por la viscosa y sucia masa amorfa de un tráfico despiadado, en el que no impera regla alguna, sino su selvática ausencia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Decidí alquilar el coche el jueves por la noche; así el viernes por la mañana podría salir de Manila tan pronto como me viniera en gana, para seguir con mis recorridos por las iglesias franciscanas de Laguna, iniciados el fin de semana anterior. Me fui al hotel Intercontinental -diez minutos de paseo desde la casa- donde Nissan tiene un punto de alquiler. La semana anterior había alquilado el coche en el hotel Dusit, que me pilla incluso más cerca, pero tras la trifulca que organicé al devolverlo, perjurando que jamás volvería a alquilar un coche a Nissan, no era cuestión de volver por allí. De hecho la oferta de Nissan –unas 10.000 pts. /día- no tenía rival en el pírrico mercado manileño de <i>rent a car</i>, así es que decidí incumplir mi promesa y volver a alquilar un Sentra, eso sí en diferente lugar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de que ante mí –accionada por supuesto por uniformado portero: “<i>good evening sir</i>”- se abriera la puerta de cristal, ya podía percibir los gélidos efluvios producto de la climatización del lujoso hotel. Ya se sabe: en país tropical el lujo se manifiesta en frigorías. Pregunto en el <i>front desk</i>, por el Nissan <i>desk</i>, y la señorita me dice que está por ahí fuera. Salgo del inmenso congelador al cálido y húmedo universo de la Ayala Avenue, pero no veo chiringuito ni mostrador alguno. Pregunto al portero, y me señala un atril, con un letrero que dice <i>Transportation</i>. Ya junto al atril, empiezo a contarle a la persona que allí encuentro que quiero alquilar un coche.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- ¿A dónde va a ir Vd? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- ¿Qué más da? Pues a donde me apetezca. Quiero alquilar un coche, no que me lleven ustedes al aeropuerto o a cualquier otro lugar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- Entonces quiere usted alquilar un coche, pero sin conductor. ¿Es usted el señor que llamó esta mañana?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- El mismísimo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La persona que me atiende es la típica filipina media, de complexión menuda, muy educada de por sí, y que además se esfuerza por serlo en cada contestación; que nunca perderá su cortés sonrisa aunque le estés mentando a toda su fenecida ascendencia. Aunque el resultado de la gestión sabes que no va a variar, procede –aunque solo sea por corresponder a su cortesía- intentar ser tan amable como lo son ellos:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-¿Cómo trabaja usted tanto? Ya han pasado horas desde que hablamos por teléfono esta mañana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- <i>Yes, sir</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me invita amablemente a entrar en el <i>lobby</i> del hotel. Tras hacer un largo recorrido por Siberia, todo en planta baja, llegamos a un cuartito, que se supone es más o menos la oficina de Nissan en el “Intercon”. Me pide el pasaporte y el permiso de conducir, mientras me confirma las condiciones económicas que me había adelantado por la mañana. Hay que dejar un depósito del ¡145%! Le digo que voy a pagar con VISA. Me la pide. Se la doy. La mete bajo un impreso que empieza a rayar con un lápiz, como cuando éramos pequeños y poníamos una moneda de cinco duros debajo del papel, y al pasar el lápiz, salía la cara de Franco.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me devuelve la tarjeta y sigue rellenando papeles; me vuelve a pedir la tarjeta que yo ya me había guardado en la cartera. Llama para pedir conformidad. Al cabo de un buen rato la recibe. Me devuelve la tarjeta. Sigue rellenando papeles. Me vuelve a pedir la tarjeta, que yo me había vuelto a guardar en la cartera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-<i>Excuse me,</i> (con sonrisa entre culpable e inocente.) <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Le vuelvo a dar la tarjeta. Sigue apuntando cosas. Me devuelve la tarjeta, que ya no me atrevo a volver a guardar en la cartera. Sigue rellenando papeles. Me da a la firma el <i>voucher</i> de la VISA, que está en blanco. ¿Por qué no pone la cantidad del depósito? ¿Para qué demonios me dice lo del 145%, si le voy a pagar con la tarjeta? En cuyo caso el depósito es: ¡todo el crédito que me da VISA!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Parece que, tras quedarse también con mi carné de identidad -no llevaba el pasaporte- por fin hemos acabado los trámites. Me hace señal para que salgamos a la calle; ¿me entregarán por fin el coche? Volvemos junto al atril, donde un muchacho habla por <i>walky-talky</i> con la persona que se supone debe traer el coche.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-<i>Wait a moment, sir</i><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me temo que el <i>moment</i> va a ser bastante más que eso. Me invita a volver a entrar en Siberia, y a esperar sentado y refrigerado –como corresponde a mi supuesta dignidad de “amerikaano” (aquí todos los blancos somos “amerikaanos”). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sudar como un pollo fuera,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
o entrar en la nevera,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
he ahí el dilema.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el <i>lobby</i> del hotel hay una exposición de fotografía: escenografías con modelos, preparadas por creadores de moda. Filipino <i>style</i>, muy moderno y alternativo. Me veo la exposición enterita, y como ya me he enfriado lo suficiente, decido seguir la espera fuera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por fin aparece el Nissan Sentra blanco que acabo de alquilar, conducido por un chaval marchoso, que trae la radio-casete a todo volumen; de tez muy oscura (en Filipinas hay una gran variedad racial: desde los así llamados negritos, que poblaban diversas zonas a la llegada de los españoles -incluso hay una isla, de las importantes, que se llama la isla de Negros- hasta los descendientes de chinos, que tiene la piel blanca como porcelana).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero falta por determinar la cantidad de gasolina que tiene el depósito. El coche debe devolverse con -al menos- la misma gasolina que tenía al cogerlo. Y digo determinar, porque raramente te dan el coche con el depósito lleno, o en la mitad, o con tres cuartos. La aguja siempre está en una posición ligeramente anterior a la de lleno. La semana pasada me daban el coche como lleno. Cuando comprobé que la aguja estaba entre tres cuartos y lleno, me dijeron que no me preocupara, y cambiaron la anotación de lleno, que ya figuraba en mi contrato, por un arcano quebrado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando devolví el coche que había alquilado en el hotel Dusit, con la aguja del indicador del depósito más cerca del <i>full</i> que del tres cuartos, incrementaron sustancialmente el importe de la factura en concepto de combustible. Ante mi perplejidad me dijeron que había devuelto el coche con menos gasolina de la que tenía cuando lo cogí, y ello llevaba consigo no sólo el pagar el supuesto decremento en el volumen de gasolina al precio que a ellos les daba la gana, sino que además tenía una penalización, nada despreciable. Ante mi indignación me dijeron que el depósito tenía 15/16 cuando me había llevado el coche, y que en el momento de devolverlo tenía menos de eso.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Pero cómo cojones me podían decir que si quince dieciseisavos, que si treintayocho cuarentaycincoavos, si el indicador de combustible no tiene más que cuatro putas marcas? Y van y me sacan un papelito, en el que aparece una escala dividida en dieciséis partes. La forma de estimar si la aguja está en trece dieciseisavos o en quince es absoluta potestad de ellos, que ni decir tiene que barren descaradamente para casa. Teniendo en cuenta además que en estos coches la aguja tarda enormemente –varios minutos- en llegar a la posición final, lo que desconoce el cliente, se sospecha que sacan una pasta adicional con la gasolina. Dije que no pensaba pagar ni un peso de penalización; que viniera conmigo un tío a la gasolinera, y que me dijera, peso a peso si era necesario, cuando la aguja llegaba –según él- a los malditos quince dieciseisavos. Previamente me había apoderado del <i>voucher</i> en blanco de la VISA, aunque ellos tenían en su poder mi pasaporte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así lo hicimos, y aunque ahora creo que seguían barriendo para casa, pues seguían echando gasolina y el indicador no subía ni a tiros, al menos me quitaron la penalización. Tanto imprequé y tanto debí culpabilizarles, que conseguí que el encargado mostrara un cierto cabreo –cosa bastante poco frecuente dada la inalterable flema filipina- advirtiéndome de que no debía culpar a nadie de lo ocurrido, que simplemente debía comprender que el sistema de los dieciseisavos tenía sus imperfecciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cómo puede suponerse estaba muy concienzado con el asunto de la gasolina, tras la experiencia de la semana anterior en el hotel Dusit, y dispuesto a que no me volviera a ocurrir lo mismo esta vez en el hotel Intercontinental. Por eso cuando la chica de complexión menuda que me estaba atendiendo cantó que el depósito tenía tres cuartos de combustible, mientras la aguja apenas rebasaba la marca de 1/2, puse el grito en el cielo. De repente aparecieron cuatro o cinco empleados, y todos querían meter baza. Uno de ellos corrigió: son once dieciseisavos. Y yo le dije, y por qué no trece dieciseisavos, a ver enseñadme el papelito ese que tenéis con las malditas rayas. No se lo dije así de descortésmente, claro, aunque no haga falta decir que tras casi tres cuartos de hora de entrar y salir del Intercon yo empezaba a estar ya hasta ... (sí; ha adivinado usted hasta dónde).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La chica de complexión menuda que me estaba atendiendo, que aunque se suponía era la jefa, no parecía tener muy controlado al personal, decidió que era mejor llenar completamente el depósito, y así no dejar lugar a dudas. Me dieron ganas de darle un beso: era lo que yo mismo había pensado que debería haber hecho la semana anterior, de haber sido consciente de lo que significaban los malditos dieciseisavos, que estaban siendo más funestos que aquellos dieciseisavos de final de la Copa de Europa en los que el Madrid quedó eliminado por un equipo, desconocido entonces, de nombre impronunciable hasta para Matías Prats padre: el Anderlecht.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque realmente, ¿tenía sentido esperar todavía más tiempo a que el chaval marchoso de tez muy oscura llevara el coche a repostar? ¿No era más sensato devolver el coche siempre con algo más de gasolina, aceptando así –por defecto- la clavada? ¡Qué más daba pagar al final quinientas pesetas más de gasolina, cuando cada día de coche costaba unas diez mil! Más que por tacañería, lo que no estaba dispuesto era a aceptar esa especie de impuesto de los dieciseisavos con el que al parecer pretendían gravar por su cuenta a los turistas incautos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así es que el chaval marchoso de tez muy oscura se lleva el coche, y yo caliente ya por fuera y por dentro, decido volver a refrigerarme en el<i> lobby</i> del hotel. Ya sé que aquí hay que armarse de paciencia, pero el tiempo pasa. Mucho más de lo que sería razonable, teniendo en cuenta que hay, al menos, dos gasolineras aquí al ladito, y que ni a posta se puede tardar tanto. Salgo, y les digo a los que están junto al atril que qué pasa, que si el chaval marchoso de tez muy oscura ha aprovechado para irse por ahí de marcha; que la gasolinera está ahí mismo, y que no hace falta ser Schumacher para tardar menos de media hora en recorrer doscientos o trescientos metros. Me dicen que no, que la gasolinera está más lejos, en Pasong Tamó; que llevan a repostar sus coches a una gasolinera propia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sí; he sido idiota al aceptar que se lleven a repostar el coche sin preguntar antes que a dónde, y que cuánto van a tardar. Pero, a lo hecho pecho. Vuelvo a entrar por enésima vez en el<i> lobby</i>. Esta vez me cruzo con una descocada muchacha que llama especialmente la atención: aquí todas se visten con mucho decoro: el cine, y la televisión tienen más censura que la España de posguerra, y es raro –a pesar del calor- ver a una chica con minifalda. Al cruzarnos, tras mirarme de arriba abajo, sonriente, me lanza con mucho glamur un sensual y desafiante “hi” (léase jaaaeee). Sí, acertó usted de nuevo…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El tiempo sigue pasando. Ya me sé de memoria cada una de las fotografías de la exposición; el nombre del fotógrafo; de la modelo; donde está hecha la toma, qué fotos están ya vendidas; cual es el precio de cada una; etc., etc. Salgo, y les digo a los chicos, que ya está bien. Pasong Tamó no está tan lejos, y ya le ha dado tiempo al chaval marchoso de tez muy oscura de dar la vuelta a Metro Manila siete veces.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No, señor. Es que primero tiene que ir a que le den la autorización a no sé dónde, para poder llenar el depósito, y luego ir a la gasolinera de Pasong Tamó. Pero no se preocupe que ya está de camino. Los chicos quieren agradar. Repiten dieciocho veces: <i>sorry sir, very sorry</i>. Hablan a cada momento por el <i>walky-talky</i>. Me van dando el parte de por dónde va el coche. Quieren agradar, resultan entrañables. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por fin, aparece al volante del Nissan Sentra el chaval marchoso de tez muy oscura. Resulta hasta emocionante. Entre bromas y chanzas -el conductor se muestra feliz tras su proeza- me acerco al salpicadero para comprobar –cuestión de rutina- que la aguja del indicador de nivel de combustible está a tope, en todo lo alto, como propuso la chica de complexión menuda que me estaba atendiendo que aunque se suponía era la jefa, no parecía tener muy controlado al personal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
No, no puede ser. Me acabaré despertando de un momento a otro. La aguja está entre tres cuartos y <i>full</i>. ¿Para eso llevo yo aquí más de tres cuartos de hora, esperando a que rellenen el depósito? Ante mis imprecaciones en toda clase de idiomas y dialectos, lenguas vivas y muertas, de uso universal o local, uno de los muchachos va y me dice:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- No se preocupe señor: marca quince dieciseisavos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-53496091373650545702019-11-19T04:12:00.001-08:002020-04-05T23:35:59.238-07:00DE ANTONIO BANDERAS A DANTE SILVERIO. Diario de un expat balikbayan (2)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMVk5_pCNH_4D7elLHAetC0AwSS1v-Odo9WwVuLq6TjYVV78ACfdl2yDU20wFP8A5fRUUJy7zQ8wwtRVtQQGcm5u3JhsxoBsK9LpotwmImA7jZBWYxLvsMUFqps3ecB_XFzBmttiyOsF8/s1600/20190818_011522.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1083" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMVk5_pCNH_4D7elLHAetC0AwSS1v-Odo9WwVuLq6TjYVV78ACfdl2yDU20wFP8A5fRUUJy7zQ8wwtRVtQQGcm5u3JhsxoBsK9LpotwmImA7jZBWYxLvsMUFqps3ecB_XFzBmttiyOsF8/s320/20190818_011522.jpg" width="216" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 16.0pt;">De
Antonio Banderas a Dante Silverio </span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;">Diario
de un expat balikbayan (2)<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El paso del tiempo es
inexorable, y su efecto es devastador en los cuerpos de los seres vivos. Esta
afirmación tiene categoría de axioma. Sin embargo los filipinos desafían casi
universalmente su cumplimiento. Al referirnos a su edad, es tan difícil determinar
cuántos años tienen, que lo mejor es utilizar aquel término creado por Lina
Morgan, de "taytantos". Y es que entre los treinta y tantos, muchas
veces los veintitantos, y pongamos los sesenta y tantos, los cuerpos de los
filipinos, en general, no cambian. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Uno de los casos más
asombrosos que recuerdo, de mi primera etapa como vecino de Manila, es el de
Gemma Cruz Araneta. Mujer de gran belleza, fue elegida Miss Internacional allá
por 1964. De rotunda anatomía, su cuerpo espectacular, no se corresponde con el
de la filipina media, de natural muy grácil, y muy menudo. Gemma no solo fue
una reina de la belleza -por cierto que a los filipinos les encantan los
concursos de belleza, que organizan por doquier- sino que es una gran defensora
del patrimonio cultural filipino y de su proyección; autora de varios libros,
conductora de programas de radio, filántropa, ocupó distintos cargos en la Administración relacionados
con cultura, llegando incluso a ser ministra. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Cuando conocí a Gemma, ella ya frisaba las seis décadas de edad, pero su belleza permanecía intacta, sin una sola
arruga en el rostro, con el cutis inmaculado de una veinteañera. Su
popularidad también seguía intacta. Con algunos expertos en temas patrimoniales,
de distintos países, que habían venido a Manila a participar en un congreso,
organizamos una excursión por pueblos costeros de la laguna de Bay: Metro
Manila, o la Gran Manila, se extiende entre la laguna de Bay al Este, y la
bahía de Manila al oeste. En esas riberas de la Laguna se conservan hermosas iglesias de la época
española. (Morong, Pakil, Paete...). En cada pueblo, cuando al llegar a las
inmediaciones de la iglesia nos bajábamos del autobús, una pequeña muchedumbre
venía hacia nosotros con el único afán de hacerse una foto con ella. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Dicen que la humedad constante
del clima filipino hidrata las pieles. Será esta una razón, sin duda. Sin duda
que también lo será la genética de la raza, pero yo me aventuraría a encontrar
otra razón, sicológica, en la resiliencia del carácter filipino, fraguada a lo
largo de siglos de aceptación de la vulnerabilidad de su realidad natural,
afectada continuamente por tifones, volcanes y terremotos.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="text-indent: 35.4pt;">Yo pasé en mi familia de ser el
"canarito", a ser el “filipino”. En Canarias se desarrolló mi primera
etapa fuera del domicilio paterno madrileño, en unos años en los que era
bastante inusual que un profesional universitario no se quedara al acabar la
carrera en Madrid o en su entorno. En general emigramos a sitios donde nos
encontramos bien y donde encajan algunos rasgos de nuestro carácter; o bien
puede que sea a posteriori, que para animarnos en nuestro proceso de
integración en la nueva realidad, encontramos esas concordancias. </span><br />
<span style="text-indent: 35.4pt;"><br /></span>
<span style="text-indent: 35.4pt;">El caso es
que mi carácter de natural tranquilo, encajaba a la perfección, según mi
familia, con la tranquilidad isleña, a veces estigmatizada con el término
"aplatanado". Años después de la aventura canaria, dejé por segunda
vez en mi vida de ser vecino de Madrid, para serlo de Manila, o mejor habría
que decir de Makati. Y me sentí fenomenal en aquellos años de mi primera etapa
como residente en Filipinas. Y si me sentí tan bien, debió de ser también
porque rasgos de mi carácter encajaban con la idiosincrasia filipina. Y yo
diría que también me integraba en el paisaje por la resistencia de mi organismo
a reflejar deterioro por el paso del tiempo. De joven parecía mucho menor de la
edad que realmente tenía. En la Escuela de Arquitectura me llamaban "el
niño". Cierto que llegábamos en aquella época a la universidad a una edad
insultante: yo tenía solo dieciséis, pero aun así, hasta que acabé la carrera,
incluso con barba, parecía un pipiolo.</span><br />
<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Como decía, aquellos años en
Manila fueron estupendos. El último de ellos, corría 2006, me llevaron a un
programa de la tele, de variedades y entrevistas: aquel día iba de la herencia
española en Filipinas o algo por el estilo. Compartí plató con la bellísima actriz
Lucy Torres. Yo hablaba con mi característico inglés de raíz hispana, sobre
las actividades del Instituto. El presentador, quizás por falta de otra
referencia en su imaginario, me comparó -para mi profunda extrañeza- con
Antonio Banderas, entonces en el apogeo de su carrera hollywoodiense. El caso
es que aquella comparación, el que el programa fuera muy popular, y el que
saliera junto a la hermosa actriz mestiza, hoy diputada, me granjeó mucha popularidad, sobre todo
entre las féminas. La verdad es que Antonio Banderas no es más alto que yo, y
que nuestra forma de hablar inglés se parecía mucho. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La vida es muchas veces cruel
y cuando yo disfrutaba al máximo de mi condición de residente en Filipinas, mi
misión se acabó, y fui trasplantado de la noche a la mañana a un puesto
administrativo en un oscuro despacho de un palacete decimonónico del Ensanche
madrileño. Se conoce que debí hacer bien mi trabajo en Manila, pues como dijo Miguel Albero, refiriéndose a nuestra institución, de la que un día formó parte: "ninguna buena acción en
ella queda impune". <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Han pasado algunos años, no
tantos, desde aquellos "Glory days" que diría <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Springsteen. El destino ha querido que vuelva
a Manila, o mejor habría que decir a Makati. Nos pongamos como nos pongamos el
paso del tiempo es inexorable. En estos trece últimos años en los que no he
sido residente en Filipinas soy consciente de que se me ha ido quitando -como
diría mi madre- el apresto: algo de natural lógico, aunque algunas gentes
todavía, más por compasión que por agudeza, calculan muy por debajo mi edad. Como
mi compañero Víctor Andresco, que hará dos años, se sorprendió mucho al conocerla;
con su ingenio habitual me pidió la dirección de mi taxidermista. <o:p></o:p></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El caso es que hace un par de
meses, un amigo filipino me hizo un robado en un acto cultural en el que
habíamos coincidido, y colgó en su facebook una foto, en la que yo aparecía, de
pie, meditativo y circunspecto. "Mira: es Dante Silverio" escribió como
pie de foto, recibiendo la confirmación y asentimiento de sus múltiples
seguidores. Fue la confirmación, irrefutable, de que se me había quitado el
apresto. Y es que por muy bien que te trate la vida es inevitable un día u otro
dejar de ser Banderas para ser
Silverio. <o:p></o:p></div>
<div align="right" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
Makati, septiembre,
octubre 2019<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-20688554582887400672019-08-25T00:40:00.003-07:002020-04-05T23:36:38.228-07:00DIARIO DE UN EXPAT BALIKBAYAN (1)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOxmKMzQpA03arpMU18E7Cl9x9MfLHZOnjuJInCtQAnBhze04E5w_4TCxWtqTp3fReM2_4qSKUu2vgysTeyW9ybQ0RkgQ3-BRjX5yCSFoHZ5naSipRRGGCATvHgtEpS1Q89YentyEwRBA/s1600/manila+sunset.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1374" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOxmKMzQpA03arpMU18E7Cl9x9MfLHZOnjuJInCtQAnBhze04E5w_4TCxWtqTp3fReM2_4qSKUu2vgysTeyW9ybQ0RkgQ3-BRjX5yCSFoHZ5naSipRRGGCATvHgtEpS1Q89YentyEwRBA/s320/manila+sunset.jpg" width="274" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Diario de un <i>expat-balikbayan</i> (1)<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Me sentí profundamente
desubicado al toparme, en vez de con los árboles del Ayala Triangle Garden,
como esperaba, con unas gigantescas moles en construcción. ¿No había llegado
acaso a Paseo de Roxas? ¿No acababa acaso de traspasar el edificio de Citibank,
cuyos cajeros automáticos tanto frecuentaba en mi primera etapa
manilense? ¿Es que el paso del tiempo, seis años sin pisar Manila, habían
descolocado las referencias topológicas en mi memoria? ¿Acaso me había quedado
dormido, caminando -cosas más raras provoca el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jetlag</i>- y estaba atascado en una terrible
pesadilla?
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Casi como en "2001, una
odisea en el espacio" vislumbré, “enanizado” por los monstruos, el coqueto
edificio de la Ayala Heritage Library, la torre de control -parece un sarcasmo
denominarla ahora así- de lo que fue el primer aeropuerto de Manila. Y con
ese avistamiento, al menos supe que no me había perdido, y que pronto llegaría a
Ayala Avenue; y en efecto, inmediatamente después pude comprobar que allí
seguía la pared chaflán del Shangri-la, y las líneas horizontales de
hormigón setentero del Península, como si el tiempo se hubiera detenido en
2006.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Al llegar a Greenbelt volví a
sentirme perdido. Sí, allí seguía Café Havana, con la animación de siempre,
pero todo lo demás era diferente. Las librerías de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">malls </i>-era de esperar- no son ya lo que fueron durante tantos años.
La National Bookstore de Glorietta es ahora una papelería con algunos libros.
Me animé a pensar que la hipertrofia de la papelería pudiera ser solo temporal,
ya que estábamos en pleno comienzo de curso escolar, pero yo sabía ya que no.
Comprobé con desolación que establecimientos como Page One en Greenbelt 3, o
Tower Records y Old Asia en Glorietta, de tan grato recuerdo, habían
desaparecido. Pero quizás lo que más desolación me ha causado es ver cómo la
sección de filipiniana de las librerías - otrora nutrida, dinámica, fundamental,
ha quedado como un vestigio arcaico de una época pasada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Lo que no ha cambiado es la
programación, a cualquier hora, de baladas románticas en las estaciones de
radio, la sonrisa de los filipinos, su exquisita generosidad como anfitriones,
y la enorme dificultad para abrir los envases de los productos "made in
the RP". El tráfico es todavía peor que hace quince años, lo que parecía
imposible; el parque automovilístico ha crecido mucho, lo que denota el
desarrollo de una clase media consumista, pero también ha mejorado muchísimo en
calidad. En Makati no se ven ya cacharros en ruina circulando, ni apenas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jeepneys</i>. Se ha producido una
densificación galopante de la ciudad, con la lamentable desaparición de zonas
verdes, ya de por sí muy exiguas siempre. Se han construido altísimas torres
por doquier en muchos casos duplicando la altura de torres edificadas en los
mismos solares hace solo unas décadas, demolidas sin consideración. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Esa arquitectura de Manila,
de hormigón visto, tan masiva y característica de los sesenta y los setenta,
capitaneada por Leandro Locsin tiene los días contados. Esperemos que edificios
emblemáticos como el CCP o el Metropolitan Museum no sigan la suerte del Ayala
Museum, cuya reimplantación supuso lo que con gran acierto sarcástico Jose Fons
definió como la manifestación del complejo de Edipo más gigantesca jamás
construida. Para alguien proveniente de un país en el que los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">skylines</i> de las ciudades son tan
horizontales, los bosques de torres en los que se han convertido las ciudades asiáticas
le fascinan
profundamente.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Tuve cierta sensación inicial
de claustrofobia en Salcedo. En el parque habían florecido los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">flame trees</i> (caballeros); sus flores, de
rojo intenso, se me antojaban luciérnagas en la gris atmósfera envolvente del
paisaje urbano de Metro Manila. Bajo sus copas solía yo corretear, haciendo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jogging</i>, no pocas tardes, a la vuelta
del trabajo. El parque me parecía lo más humano y estructurante de la
megápolis. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Cuando llegué la primera vez
a Manila a dirigir el Instituto Cervantes, cuya sede se encontraba
entonces en el edificio Mayflower, en el barrio de Vito Cruz, sabía que quería
vivir en aquella zona de Makati, que todavía no sabía se llamaba Salcedo
Village. El primer fin de semana tras mi llegada, me estaba quedando en el
desaparecido Manila Midtown hotel, de Malate, colindante con Robinson's, agarré
el coche y lo aparqué delante del entonces flamante -se ha conservado bastante
bien- One Salcedo Place. Fui entrando en cada uno de los edificios de la zona,
y preguntando si quedaba algún apartamento libre, para alquilar. Acabaría
eligiendo el 16E de Two Lafayette Square en Tordesillas Street, donde pasé
cinco años, tal vez hasta ahora, los mejores de mi vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Los edificios que ahora bordean
el parque Jaime Vasquez, que es como se llama realmente, tienen ahora doble
altura de la que tenían los que yo conocí, lo que provoca -al menos en mí- una
extraña sensación de estar en el interior de un embudo. Y he oído que quieren
tirar el Makati Sports Club, supongo que para construir más torres: a este paso
la construcción va a macizar el
espacio.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Volví a Two Lafayette Square, y mi cerebro empezó a
recuperar imágenes que creía olvidadas. Se me cayó el alma a los pies, al ver
mellado uno de los dos peldaños que dan acceso a un edificio que algún día
lució con señorial <i style="mso-bidi-font-style: normal;">glamour</i>. Estaba
libre el 15E, el apartamento inmediatamente inferior al que yo habité. Subí con
la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">broker</i> a inspeccionarlo; la
sensación fue muy rara: estaba todavía habitado y decorado, con poco gusto.
Deseché de inmediato la posibilidad de volver a ese edificio. Quiero algo nuevo
y diferente, me dije: un piso alto con vistas, colgado en el cielo de Makati.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Me ha sorprendido, quizás por
haber pasado no pocos años en el Magreb, lo disciplinados que son los
filipinos, al menos en Makati. Me sorprende muy favorablemente poder cruzar por
un paso de cebra, algo inimaginable en Argelia o en Marruecos. No deja de
sorprenderme tampoco la cantidad de personas que hay por todas partes, su
juventud, y su uniformidad. La población de Filipinas se ha duplicado en
los últimos treinta años. Cada mañana, desde las seis, ejércitos enteros se
desplazan silenciosos por las aceras de Makati; disciplinadamente cruzan las
arterias por pasos subterráneos provistos de escaleras mecánicas. Vallas
metálicas separan calzadas de aceras, obligando a cruzar las calles de mayor
tráfico solo en los cruces. <br />
Algunas aceras están cubiertas por pérgolas que protegen del ardiente sol o de
la torrencial lluvia: raro es el día en el que no imponen su tiranía el uno o
la otra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">No deja de hacerme reflexionar el contraste que se me antoja
existe entre esas multitudes que recorren las calles de Makati, compuesta por
dependientes, cajeras, camareros, oficinistas de bajo rango, ataviados de forma
anodina, sin color, y el marco en el que se mueven: rascacielos inteligentes de
acero, cristal y mármol, hoteles de lujuriosos jardines y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">holliwoodienses</i> lobbies, centros comerciales (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">malls</i>), universos artificiales, siempre veinte grados más fríos, y
40% más secos que el exterior, con lujosas tiendas... Esas multitudes parecen
figurantes en un mundo que ellos no han construido, y en el que no tienen
ninguna capacidad de decisión, pero para cuya supervivencia, mantenimiento y
crecimiento son imprescindibles. Los fines de semana desaparecen y Makati sin
ellos se vacía, y deja de ser una ciudad asiática.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><br />
<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.45pt;">
<span style="mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Makati, junio-julio 2019<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-60071345985202089202019-06-10T16:49:00.006-07:002019-06-10T17:18:00.031-07:00Al hilo de "Cuando la vida cabía en una medina" de Antonio Navarro <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5bkt_-8trQOxufzf-lM4XwYKGLZE4Ix1v8CcNjPtTptJTLiaNnln6qCd6SnMEUTOP43QV8_t1Y8AxHBMg3CRm-ywaQRcCZb8iVInkuWtleIruKOsaUvLF6kpPppzOgDYh-PDjiGB26_c/s1600/medina.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1096" data-original-width="771" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5bkt_-8trQOxufzf-lM4XwYKGLZE4Ix1v8CcNjPtTptJTLiaNnln6qCd6SnMEUTOP43QV8_t1Y8AxHBMg3CRm-ywaQRcCZb8iVInkuWtleIruKOsaUvLF6kpPppzOgDYh-PDjiGB26_c/s320/medina.jpg" width="225" /></a></span></div>
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> Antonio Navarro Amuedo pertenece ya a esa categoría de escritores españoles que
escriben sobre sus experiencias en Marruecos. Sus escritos son fruto de una
visión autorizada de la realidad de este país: la autoridad les viene de su
conocimiento directo de esa realidad, al haber vivido en el país magrebí
durante algunos años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No es el lugar ni el
momento de revisar la nómina de españoles que han escrito crónicas, ensayos o
libros de viaje sobre Marruecos, aunque sea inevitable que vengan a la
memoria nombres como el de León el Africano, Pedro Badía (Alí Bey), Jorge Juan,
o incluso Cadalso, éste en sentido inverso. Pero sí es ésta una ocasión,
para fijarnos en personas que han vivido una etapa de su vida en Marruecos, a
donde llegaron para ocupar un puesto -o disfrutar de una beca, como es éste el
caso- de la Administración española, y que nos han dejado testimonio escrito de
sus vivencias. Y en la primera en la que pienso es en el embajador Alfonso de
la Serna, autor del ya clásico <i>Al sur de Tarifa. Marruecos y España: un
malentendido histórico</i>, referencia imprescindible para todo aquel que
comience una etapa de su vida en Marruecos y se interese por la historia de
este país y por su relación histórica con España.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En Navarro, como en De la
Serna, uno palpa desde el primer momento un amor innato por Marruecos, fruto no
sólo de iniciales impresiones exóticas, como le ocurre a muchos fascinados
viajeros primerizos, sino de un conocimiento profundo de su compleja realidad.
La manera de acercarse a determinados temas es en ambos muy diferente al del
español que escribe desde el otro lado del Estrecho con un conocimiento
superficial de la realidad marroquí, al no haber tenido una experiencia vital,
inmerso en ella, lo suficientemente larga o intensa como para comprenderla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tanto Navarro como De la
Serna se aproximan al objeto de su obra con la necesaria humildad, exenta de
cualquier atisbo de eurocentrismo, para comprender primero y describir después
esa realidad. No hay nada peor para acometer cualquier acción en el ámbito que
sea en países como Marruecos que la arrogancia, que suele ser consecuencia del
desconocimiento y de los prejuicios. Los dos autores dejan bien claro
desde el principio que no son especialistas en ninguna de las ciencias sociales
en que se podría enmarcar un estudio sobre Marruecos, y que sus escritos no
tienen pretensiones academicistas. El lector agradece siempre esa humildad, que
le predispone a simpatizar con el
autor. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En esta misma línea, tanto
por su actitud como por su planteamiento, se encuentra el libro, <i>Un año en
Marruecos</i> de Pere Navarro Olivella, quien fuera consejero de Trabajo en la
Embajada de España en el periodo 2012-2017, a donde llegó -y a donde ha ido-
desde la Dirección general de Tráfico. A él hay que acreditar la puesta en
marcha del carné por puntos, medida junto a otras que redujo de manera
espectacular la lacra de accidentes de tráfico mortales en España. Creo que
nuestro querido y admirado Pere, con quien tuve el honor de compartir muchas
reuniones de coordinación en la Embajada, es una de las personas que más ha
influido para salvar vidas en España en la última década. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El trabajo de este otro
Navarro, Pere, es más bien una guía práctica sobre aspectos cotidianos de la
vida en Marruecos, que será muy útil para todo aquel que se dispone a vivir
allí una temporada. Pero como Pere es un gran analista y un filósofo, esa guía
escrita sin pretensiones, permite al lector adentrarse en aspectos más
profundos, y comenzar a comprender muchas cosas de la particular idiosincrasia
marroquí, y de su
identidad. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aunque todavía no ha visto
la luz -es inevitable que lo haga, y espero que sea pronto- quiero citar aquí a
un nasciturus: el recopilatorio de los jugosos, amenos y didácticos comentarios
que Alberto Gómez Font -prologuista, por cierto del libro aquí glosado- envía
puntual cada domingo a los amigos de su lista de correo, sobre las imágenes que
aparecen en las postales de Rabat, que viene coleccionando en estos últimos
años, en los que ha mantenido y sigue manteniendo su particular idilio con la
capital
marroquí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En realidad, <i>Cuando la vida cabía en una medina</i> es eso, una colección de postales, o de estampas
de Marruecos, sesenta concretamente, en las que el autor hace gala de una gran
agudeza como observador y como analista, no exenta de fino humor y de carga
poética. En esas estampas, breves capítulos de dos, tres o cuatro páginas, de
muy amena lectura, nos reconocemos, en mil y un detalles, los que hemos vivido
en Rabat, en particular, y en Marruecos en general. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De esas estampas, podría
destacar muchas de ellas, pero me ha parecido especialmente lúcida la que trata
sobre Tánger; y me parece muy lúcida porque analiza la realidad actual de
Tánger desde dentro, como lo podría hacer un marroquí, en un momento en el que
prolifera la mitificación de esa ciudad -numerosas las novelas que aparecen
estos años cuya trama se desarrolla en esa ciudad- por extranjeros que la
visitan y la disfrutan, más como lúdicos turistas curiosos que cómo moradores.
Y la percepción desde luego es bien distinta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Les ocurre mucho a los
españoles, que con relación a su percepción de Marruecos se dividen en dos
categorías -quizás tres- totalmente antagónicas. Están aquellos a los que les
fascina Marruecos, a los que podríamos llamar los “goytisolos”. Su pasión por
Marruecos les hace ser extremadamente subjetivos: ello los puede llevar a
criticar con saña cualquier valor o aspecto de la vida social o política
española, y sin embargo pasar por alto ese mismo valor o aspecto de la vida
social o política marroquí. Para un “goytisolo”, el orden y limpieza de una
ciudad europea, por ejemplo es un defecto, y la "anarquía" de una
medina marroquí una virtud. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el otro polo se
encuentran aquellos que -reconozcámoslo- tienen una imagen muy negativa de la
realidad marroquí -en la mayoría de casos, sin conocerla previamente. Más como
un subgrupo de estos últimos, que, como un nuevo grupo, encontramos a aquellos
que ignoran por completo la realidad marroquí, y no tienen ningún interés en
descubrirla: les despierta más curiosidad visitar las antípodas que cruzar
el Estrecho. En general, cuando por alguna razón visitan Marruecos, y en
particular Rabat, por ejemplo, para ir a visitar a un amigo allí residente
-como ha sido mi caso- se sorprenden muy gratamente, al encontrar una
realidad mucho mejor de la que podían haber imaginado previamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y es que la imagen que en
España se tiene de Marruecos, aparte de prejuicios históricos, es la que
proporcionan los medios de comunicación, y el millón de marroquíes que viven en
España, en origen emigrantes en su mayoría, pertenecientes a unas determinadas
capas de la sociedad marroquí. Es una imagen muy parcial, que no da idea del
conjunto. <i>Mutatis mutandi</i> el caso es paralelo al de la imagen que tenían
en Europa de España en los años cincuenta, sesenta y hasta setenta del siglo
pasado. Y aquí son las autoridades marroquíes las que tienen una mayor responsabilidad
en mejorar la imagen de su país en el Exterior, en España en nuestro caso,
mostrando aspectos de la rica y compleja realidad marroquí desconocidos
para el europeo
medio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Me da mucha envidia, envidia
sana, de Antonio Navarro, que ha sido lo suficientemente disciplinado como para
ir escribiendo periódicamente estas postales, y haber sido capaz también de
encontrar el tiempo para editarlas y darles forma de libro. Seguro que
aparecerán nuevas publicaciones de este autor, quizás de los países a los que
su carrera profesional le va llevando, quizás, ¿por qué no?, otras relacionadas
con Marruecos, país al que vuelve continuamente, y al que seguirá volviendo.
Estaremos atentos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Antonio Navarro es un magnífico
exponente, diría más, una encarnación de esa amistad hispano-marroquí que ya
fuera invocada por Sidi Mohammed ben Abdallah, y por Carlos III, cuando hace ya
más de un cuarto de milenio firmaron el primer tratado entre los dos reinos,
así llamado "De Amistad y Comercio". Y es por ello que el Instituto
Cervantes de Rabat presenta en su sede <i>Cuando la vida cabía en una medina</i>
como actividad destacada dentro de su programación dedicada a la Amistad
hispano-marroquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-17804350717547047612018-06-17T05:29:00.001-07:002020-04-05T23:39:22.462-07:00HÉROES Y VILLANOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormalCxSpFirst">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Qu5y680T8clQuLYg6jHJFNeK0cGEHyodb-jno3OxQiD90VpdPgHHvXKGDhD30EcQ46-35v9P8gAdOyuYF9ddFfSyF-c8R3iYMgVgRx7U8GxsDvTH01XdJLtRncz9PGOaxQ0NokZsalU/s1600/1107976642.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="269" data-original-width="400" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Qu5y680T8clQuLYg6jHJFNeK0cGEHyodb-jno3OxQiD90VpdPgHHvXKGDhD30EcQ46-35v9P8gAdOyuYF9ddFfSyF-c8R3iYMgVgRx7U8GxsDvTH01XdJLtRncz9PGOaxQ0NokZsalU/s320/1107976642.jpg" width="320" /></a></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Héroes y villanos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">“El fútbol es el rompeolas de las
frustraciones de las gentes de todo origen y condición” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los primeros compases del Mundial de fútbol
están mostrando en toda su crudeza el dramatismo que encierran encuentros en
los que está en juego el prestigio no solo de los contendientes, sino de los
países a los que representan. Más allá de planteamientos acertados, estrategias
bien definidas, idoneidad de la puesta a punto de la condición física, son con
frecuencia lances afortunados o desgraciados los que sentencian resultados y definen
trayectorias. Y es que en el fútbol, como en la vida misma, en un instante todo
puede cambiar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y para siempre; un acierto
o un fallo inesperado hará de ti héroe o villano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Antes de que comenzara a rodar el balón en el
estadio Luzhniki de Moscú y de que el ya canoso Robbie Williams, con la
bellísima Aida Garifullina en los coros, cantara su himno “Angel”, Lopetegui decidió
anteponer sus sueños juveniles a la causa de la selección, y con ello puso en
evidencia que si es importante ser seleccionador nacional, mucho más lo es ser
entrenador del Real Madrid; podríamos decir en estos días de cambios
ministeriales, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mutatis mutandi</i> que si
es importante ser ministro de la nación, mucho más lo es ser presidente del club
de Santiago Benabéu. La tribu casi siempre por encima del Estado, del proyecto
colectivo; el corazón antes que la cabeza, la emoción antes que el deber.
Perturbación desestabilizadora en la recta final de la concentración de la Roja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Si a Lopetegui alguien le podría acusar, en
sentido más bien metafórico, de traidor, todo lo contrario cabría decir de
Griezmann, que permanece fiel a los colores que le han llevado a ser el
heredero de Platini y Zidane en los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bleus</i>.
Decidió con el corazón, y quizás también con la cabeza quedarse en el Atleti:
de ser blaugrana, podría haber fracasado como le ocurriera a estrellas de la
talla de Henry o Ibrahimović, mientras que en el Atleti será cada vez más su rey
sol.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Denis Chérishev es el nuevo héroe ruso, como
nos contaba en su crónica para EFE desde Moscú, Virginia Hebrero, al marcar dos
de los cinco goles que Rusia le endosó a Arabia Saudita en el partido inaugural.
Hijo de un futbolista que jugó en el Spórting de Gijón ha hecho toda su carrera
en España, siendo en la actualidad jugador del Villarreal; aunque no fue culpa
suya, hubiera pasado a los anales por su alineación indebida cuando militaba en
el Real Madrid, en un partido de copa contra el Cádiz, lo que supuso la
eliminación del equipo que entonces dirigía Rafa Benítez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Últimamente no corren buenos tiempos para los
porteros. Diríase que a algunos, las manos se les hacen mantequilla,
precisamente en partidos clave de sus carreras. Ya le pasó a Navas contra la
Juve, en el tercer gol, en aquella aciaga noche para vencedores y vencidos, en
la que Buffon acabó siendo expulsado del terreno de juego del Bernabéu en su
despedida de la Champions. La final de la Decimotercera será recordada tal vez
más por las cantadas del portero del Liverpool, Karius que por la monumental
chilena de Bale (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">poetry in motion</i>). Y
la noche del viernes fue De Gea: el chut de Cristiano, no era para doblarle las
manos. Con ese fallo el bueno de David, que no deja con ello de ser un
magnífico portero, le ha hecho más grande a Casillas, del que no acaba de
llegar a ser su sucesor. A Casillas, a pesar de llamarse Iker, se le nota que
es de Móstoles, mientras que De Gea parece islandés. A Casillas también le
metieron algún gol así cuando jugaba en el Oporto, pero en los partidos
importantes siempre fue un valladar inexpugnable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Y quien iba a decir que el mismísimo Messi,
el mesías del Barça, que no de Argentina, iba a comenzar el mundial como
villano, fallando un penal, ante Islandia. Maradona casi se come el puro que se
estaba fumando en el palco; y no era para menos: la rutilante Argentina de la
Pulga, el Kune, el Pipita y Mascherano<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>–¡cómo pudo dejar el boludo de Sampaoli <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la caseta a Dybala!- no pasaba del empate
ante la selección –casi<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> amateur</i>- del
país con menor población de todos las que han jugado los mundiales. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">La otra cara de la moneda del penal fallado
es la del portero, y cineasta, Halldórsson convertido ya en gloria nacional
islandesa por los siglos de los siglos: se le recordará en Islandia, como el
que paró un penalti al dios Messi en el mundial de Rusia, como se recuerda
todavía en España a Marcelino, por aquel gol de cabeza que le metió a Rusia, al
mítico Lev Yashin, “la araña negra”, considerado entonces –comienzos de los
sesenta- como el mejor portero del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hacienda somos todos: desde M<span style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: TiemposText-Semibold; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">à</span>xìm hasta
Cristiano. Esta semana nos lo han vuelto a recordar, para que no se nos olvide;
y hay que ver lo dura que es la vida, y lo grande que es el fútbol. Al pobre M<span style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: TiemposText-Semibold; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">à</span>xìm sus pasadas cuitas con Hacienda le han quitado la miel ministerial de los
labios, haciéndole acreedor al título de “El brevísimo”, mientras que a
Cristiano la multa de casi 19 millones de euros, cincuenta veces la de M<span style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: TiemposText-Semibold; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: start; vertical-align: baseline;">à</span>xìm, y
los dos años de cárcel, han sido un revulsivo para meterle tres goles tres a
Hacienda; bueno a la selección española, pero como Hacienda somos todos,
también lo es la selección. Y de ser en España un villano defraudador por la
mañana, ¿un delincuente?, ha pasado a ser por la noche en Portugal el héroe por
antonomasia, solo comparable a Vasco de Gama; ya lo era, pero desde la noche
del viernes todavía más, pues a su atestado currículum añadió una victoria
épica, en un mundial y frente a España; aunque solo fuera un empate, a los
portugueses les supo a victoria. Cristiano se perfila este final de primavera
rusa como el vengador de Aljubarrota y Alcazarquivir; él es el heredero del
legendario Eusebio, la perla negra de Mozambique.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El gol de Bouhaddouz será probablemente uno
de los más bonitos del mundial. ¡Qué cabezazo; imparable! Lo malo es que la
metió en su propia portería, y en el minuto 95. Con ello pasa a engrosar la
lista de villanos, de la que cómo vemos no se ha escapado ni el mismísimo Messi.
Si el gol hubiera sido en la portería iraní, ahora Bouhaddouz sería aclamado
como héroe nacional, a la altura de El Guerrouj o Said Aouita. Autogoles los
han marcado los mejores defensas, Ramos sin ir más lejos, aunque hacerlo en un
mundial duele todavía más; por no hablar de algún caso, como el del colombiano
Escobar en 1994, de consecuencias trágicas: al pobre le asesinaron. ¡Qué
barbaridad! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Aziz, que así se llama Bouhaddouz,
desconsolado, ha pedido perdón a la afición marroquí, tal como lo hizo Karius
en su noche triste de Kiev, a la hinchada del Liverpool. ¡Pero hombre, qué no
lo ha hecho queriendo! Bastante disgusto tiene ya la criatura: le hierve la
sangre del sur y el orgullo herido. De Gea, sin embargo, declara que está muy
bien, que él no ha matado a nadie. Es lo que tiene ser islandés y no marroquí:
lo ven todo como con más frialdad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El fútbol puede sacar a relucir los más bajos
instintos y los más altos valores del ser humano; puede llegar a ser letal;
cómo olvidar la tragedia del estadio Heyssel de Bruselas; pero también puede
obrar milagros: ya lo vimos con el mundial de Sudáfrica: nunca en Cataluña se
habían visto tantas banderas de España en las calles, ni nunca en Argelia
tantas banderas argelinas ni tanta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fierté</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">algérienne</i>. Y quien sabe si la
frontera entre Argelia y Marruecos, anacrónicamente cerrada la abrirá el
fútbol. Tras perder Marruecos la batalla por ser el país anfitrión de los
mundiales de 2026, ante la candidatura tripartita de EEUU, México -sí México- y
Canadá, ya hay voces que proponen una candidatura conjunta Marruecos- Argelia
para la edición de 2030. Y ya puestos, ¿por qué no también con España? Y es que
el fútbol es como la vida misma: hermoso muchas veces, trágico otras. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Ven cómo
el fútbol es mucho más importante de lo que parece. Los que solo ven a unos tíos
cachas en calzón corto correteando detrás de un balón, y cobrando mucha pasta, no
se han enterado de nada. Y si lo desprecian, por no comprender su significado,
puede que tampoco se estén enterando bien de cómo somos los humanos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-23571022694901237422018-01-23T02:02:00.001-08:002018-01-23T02:07:15.569-08:00GAUDÍ. Rêves en pierre<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkn5aukO-ExuQmyx3Joa-TeZmihmGEcCDoiIC1O15ljV533iJXAclfVqcawWFSAXoZfx6D-pwFhOour5Vilh56WePYyoYNhx5GZ9U4j-yzoBSIlxWawG6vWsx5fxU3GIed5IRBM_liDmI/s1600/C1+Colegio+teresiano2+1888-90+Pasillo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkn5aukO-ExuQmyx3Joa-TeZmihmGEcCDoiIC1O15ljV533iJXAclfVqcawWFSAXoZfx6D-pwFhOour5Vilh56WePYyoYNhx5GZ9U4j-yzoBSIlxWawG6vWsx5fxU3GIed5IRBM_liDmI/s320/C1+Colegio+teresiano2+1888-90+Pasillo.jpg" width="212" /></a></div>
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span>
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Dans l'après-midi du 7 Juin 1926, un vieil homme avec un air de mendiant était à même le sol au centre de Barcelone après avoir été renversé par un tramway. Il n'avait pas de documents d'identification sur lui. Dans les poches de sa veste usée il ne lui restait qu'une poignée de cacahuètes et des raisins secs, et un livre très usé: les Evangiles. Le Gaudí distrait pensait probablement sur la façon de résoudre un problème de construction de l'église <i>Sagrada Familia</i>, la façade du <i>Nacimiento</i>, sur laquelle il travaillait quand un tramway détruisit ses rêves à jamais.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span lang="FR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "calibri";">Durant l’année 2002, un nombre important d'expositions sur la personne et l'œuvre de l'architecte espagnol Antoni Gaudí, ont eu lieu dans le monde entier, en commémoration du 150ème anniversaire de sa naissance. Sur la page web </span></span><a href="http://www.gaudi2002.bcn.es/" style="font-family: verdana, sans-serif; text-align: justify;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="color: blue; font-family: "calibri";">www.gaudi2002.bcn.es</span></span></a><span lang="FR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-align: justify;"><span style="font-family: "calibri";">, nous pouvons lire: «Beaucoup d'interprétations ont été faites de l'œuvre de Gaudí. Certains considèrent qu'il est traditionnel et d'autres croient qu'il est avant-gardiste. Certains l'appellent Gaudí le grand artiste et d'autres le grand technicien. Certaines personnes le définissent comme un transgresseur, mais certaines défendent son mysticisme. Tout le monde s'accorde cependant en affirmant que ses bâtiments sont étonnants, différents et par conséquent, difficiles à classer ». En fait, Gaudí était un architecte insolite. Cent soixante-cinq ans après sa naissance, nous nous demandons: Etait-il fou, génie, ou saint?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Il est certain qu'un fou n’est pas capable de construire ce que Gaudí a construit. La richesse de la forme des bâtiments de Gaudi n'est pas le fruit du caprice ou de l'imagination insensée, mais le résultat de l'observation minutieuse de la nature et de la capacité de résistance des matériaux et des structures. La folie de Gaudi est dans son originalité. Selon lui, l'originalité c’est revenir à l'origine. L’architecte « High Tech » de renommée mondiale Norman Foster, a déclaré que les méthodes de Gaudí, sont toujours révolutionnaires cent ans plus tard.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Gaudí est l’un de ces artistes dont les créations sont en avance sur le temps. Dans ses œuvres il y a beaucoup d'éléments qui pourraient être trouvés dans les œuvres d'avant-garde des artistes qui l'ont suivi. Il est l'un de ces artistes qui sont impossibles à classer, l'un de ces artistes qui ont une connexion directe et très particulière avec les muses, ou si vous préférez avec Dieu. Lorsque je pense à la vie de Gaudí et à son travail, je ne peux m'empêcher de penser à d'autres créateurs d'univers particuliers, comme le peintre hollandais Hieronimus van Aeken (c1450-1516) El Bosco, ou à un autre hollandais, Vincent Van Gogh, et aussi aux deux Catalans, comme lui: les peintres Salvador Dalí et Joan Miró.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Pour connaître l’œuvre d'un artiste comme Gaudí, il est fondamental de faire l'expérience de l’œuvre même. En d'autres termes, il est nécessaire d'aller en Espagne, principalement à Barcelone, pour la visiter. La connaitre seulement avec des mots et quelques images, cela est presque impossible. Tout ce que je peux faire en quelques lignes est de donner un aperçu de ses œuvres et d'inciter le lecteur à les visiter.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Antoni Gaudí est né à Reus (Juin 1852), une ville catalane prospère à une centaine de kilomètres au sud de Barcelone, d’une famille de plusieurs générations de chaudronniers. L'atelier de son père a été consacré principalement à faire des serpentins de cuivre pour les distilleries. Les formes des tubes en cuivre et leurs ombres sur le mur ont sans doute stimulé la vision spatiale du jeune Antoni Gaudí, un enfant malade atteint d'arthrite congénitale. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Enfant, il restait en marge des aires de jeux, et se consacrait à la méditation et l'observation de la nature qui l’entourait. Il n'était pas un bon élève, ni à l'école ni à l'université, mais très habile dans le dessin et le travail manuel.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Antoni Gaudí est le cinquième enfant de Francesc Gaudí et Antonia Cornet. Ses parents, comme beaucoup d'autres de cette époque, ont perdu deux de leurs enfants dans les premières années de leur vie. Seulement deux, en dehors d’Antoni, ont survécu : un garçon Francesc qui est décédé très jeune, à l'âge de 25 ans, juste après avoir obtenu son diplôme de docteur, et une fille Rosa qui est décédée à 35 ans.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">La psychologie de Gaudí a été marquée par les deuils. Sa mère, Antonia est morte juste deux mois après son frère Francesc. Il n’y a que son père qui a eu une longue vie. Il avait 93 ans quand il est mort. En plus de la perte que représentait la mort de ses chers (même sa nièce, la fille de sa sœur Rosa, qui a été adoptée par Gaudí, est morte à l'âge de 36 ans), Gaudí a expérimenté un certain nombre de dépressions psychologiques dans sa vie. Toutes ces adversités l’ont marqué. Il est resté célibataire toute sa vie, mais on sait qu'une fois il a proposé le mariage à une dame qui lui a été présentée par son premier client, Salvador Pagés. Elle l’a rejeté, et cela signifia probablement une cicatrice de plus dans son âme. Sa vie fut consacrée à l'architecture, et pendant ses dernières années il a perdu tout intérêt pour les questions banales. Une seule chose demeurait dans son esprit: la construction du temple de la <i>Sagrada Familia</i>.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">On n’aurait pas été en mesure d'admirer la plupart des architectures de Gaudí, sans certains nouveaux riches de la bourgeoisie catalane,<i> self-made men</i> et sans doute un peu fous. Beaucoup d'entre eux ont amassé leur fortune dans les Amériques. Fiers de leurs richesses, ils voulaient montrer leur réussite en tant qu'entrepreneurs. Des gens bizarres, qui ont trouvé dans l'imagination de Gaudí la meilleure manière pour montrer à leurs compatriotes leurs richesses. Mais l'imagination de Gaudí est allée encore plus loin que ce à quoi les clients pouvaient s’attendre. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ses relations avec les propriétaires n'ont jamais bien fini. On dit que la seule relation de Gaudí avec un client qui n’a pas fini mal, c’est celle avec Dieu.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Parmi les clients de Gaudí, un a été fondamental, Eusebi Güell. Comme un Médicis de Florence, il a été responsable d'une quantité importante d'œuvres de Gaudí comme le <i>Palau Güell</i> construit entre 1886 et 1888, un palais dans le centre de Barcelone avec un dôme inspiré de Sainte-Sophie de Istanbul, où l’architecte n’avait pas de restriction budgétaire.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Le <i>Park Güell</i> (1900-1914), inclus dans la liste du patrimoine mondial, est le résultat d'un projet qui a échoué, de cité-jardin dans une colline de la banlieue de Barcelone. Gaudí se révèle ici non seulement comme fantaisiste, architecte presque surréaliste comme le montrent les pavillons construits, mais aussi comme un maître dans l'aménagement paysager. On pourrait dire que les architectes de Disneyland ont été inspirés par la conception du <i>Park Güell</i>.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Le projet <i>Colonia Güell</i> a été un projet écologique intéressant, destiné à fournir des logements aux travailleurs de l'usine textile de Güell. Malheureusement, il n’a pas abouti. Seule une crypte a été construite (1908-1916). Les formes organiques et apparemment fantaisistes de ce bâtiment sont géométriquement logiques, basées dans la nature ou dans des expériences constructives, en maximisant les capacités de résistance des matériaux.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Gaudí aimait utiliser les carreaux cassés de céramique émaillée pour revêtir les surfaces de ses bâtiments, en créant des mosaïques abstraites. Il a commencé à faire l'expérience avec ce matériel très tôt. En fait, son premier travail en tant qu'architecte était une maison pour un certain M. Vicens, fabricant de tuiles vernissées. Les façades sont entièrement couvertes de ce matériau.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Les maisons les plus célèbres de Gaudí se trouvent au centre de Barcelone dans le centrique Paseo de Gracia. Dans la <i>Casa Batlló</i> (1904-1906), où il est intervenu dans un bâtiment existant, Gaudí s'est exprimé en tant que sculpteur. Le toit représente en quelque sorte un dragon avec des tuiles en écailles. Les dragons sont populaires dans la mythologie catalane. Gaudí, en dépit de sa modernité avancée, a de profondes racines dans la tradition de sa culture.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Quelques ilots au-delà se trouve la <i>Casa Milá</i>, sa dernière œuvre civile, construite entre 1906 et 1910. On dit que les propriétaires ont dû hypothéquer la maison pour payer l'architecte, après une décision judiciaire. Gaudí a donné l'argent à un couvent de religieuses. En dépit de l'aspect massif de l'édifice qui est communément connu sous le nom de <i>La Pedrera</i> -La Carrière-, il n'y a pas de murs porteurs, mais le squelette, comme dans les bâtiments que Le Corbusier et les membres du Bauhaus édifieront des décennies plus tard.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-family: "times new roman";"></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Mais si Gaudí est vraiment connu dans le monde entier c’est en raison de son temple inachevé la <i>Sagrada Familia</i>, l'icône urbaine de Barcelone. L'architecte consacra les dernières années de sa vie entièrement à ce travail, une compilation de ses découvertes et ses conclusions formelles géométriques au service d'une créativité spirituelle. Les modèles de Gaudí et les dessins pour <i>la Sagrada Familia</i> ont été détruits pendant la guerre civile espagnole. Bien que les travaux pour parachever le plus grand chef d'œuvre de Gaudi sont en cours, presque finis, et ce n’est pas une chose anodine, cet effort a été un peu inutile, parce que seul Gaudí aurait pu finir son rêve, sorti de la pierre (à la gloire de Dieu).<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "times new roman";"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span class="hps"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: "calibri";">Josep Lluis Sert architecte du pavillon espagnol à l'Exposition universelle de Paris de 1937, qui abritait Guernica de Picasso, et l'un des maîtres de l'architecture moderne, a déclaré en 1955: «Il est probable que dans l'évolution continue de l'architecture moderne, plus tard les expériences de Gaudí seront pleinement appréciées. Et la grandeur de son rôle de pionnier et précurseur sera reconnu ". Sert avait raison. Les bâtiments de Gaudi sont admirés de plus en plus au fil du temps. Quoi qu'il en soit, il y a encore beaucoup à découvrir sur les méthodes et les réalisations de ce génie spirituel qui est considéré par un grand nombre de ses compatriotes comme un saint.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-56489665676083648662017-06-21T02:27:00.001-07:002017-06-21T02:27:20.974-07:00La princesa que cambió la historia (Don’t waste your weekend in the net)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ4O9FRJjJSAbY4XxJX2_I4l1gNmgd1x-N683lpEDTom85WYKVOL-mkrPOdbsX1a9Ff59S8WZSqz4r_dTeKE02Nkmkp5jqF7iU6J-YM-AkLx9Sq-HjBfqqXTrfOKbVpBc6_7aa1E3fRU4/s1600/20170621_082724.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center; text-indent: 0px;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ4O9FRJjJSAbY4XxJX2_I4l1gNmgd1x-N683lpEDTom85WYKVOL-mkrPOdbsX1a9Ff59S8WZSqz4r_dTeKE02Nkmkp5jqF7iU6J-YM-AkLx9Sq-HjBfqqXTrfOKbVpBc6_7aa1E3fRU4/s320/20170621_082724.jpg" width="240" /></a>A veces nos tenemos que tragar marrones e incluir en la programación a
artistas, autores, escritores por razones, digamos, sociales. Para confeccionar
nuestra programación nos basamos en el olfato de nuestros técnicos, en las
propuestas que recibimos, y en nuestra propia experiencia: es decir en factores
profesionales. Aun así, vengo años queriendo reducir al mínimo los criterios
subjetivos, teniendo en cuenta que somos una institución pública que gestiona
fondos públicos, y para las actividades de mayor presupuesto al menos, como los
conciertos, veía oportuno hacer convocatorias públicas. Sin embargo, hicimos una
primera el año pasado, y no funcionó como hubiera querido: pocas propuestas y
de calidad un tanto relativa; es una fórmula bastante novedosa y tal vez si
insistimos, hacemos hincapié en la difusión, pueda funcionar; pero por ahora hemos
vuelto a la forma habitual. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">En aras de la sinceridad, cuando nos llega alguna recomendación de
amigo o persona notable para invitar a tal o cual conferenciante, artista,
escritor, la recibimos en general con más cautela que entusiasmo. Digo todo
esto, a cuenta de la escritora casi novel, Marta Galatas a la que pensé me
vería obligado a presentar alguna de sus novelas –dos publicadas hasta la
fecha- hasta que leí sólo unas líneas de su primera, y comprobé que no se
trataba ni mucho menos de una escritora accidental o <i>amateur</i>. Y ahora, tras
leerla completa con avidez, soy yo el que recomiendo a mis compañeros -aquellos
que dirigen centros en cuyas ciudades transcurren sus novelas- que inviten a
Marta a presentar su obra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">La primera novela de Marta no ha alcanzado la notoriedad de la
segunda: “Dejé mi corazón en Manila”. Y ello, creo que se debe a la editorial,
que no ha cuidado la edición ni la difusión cómo sí ha hecho la editorial de la
segunda. Tras el éxito de ésta, bien valdría intentar una re-edición de “La princesa
que cambió el mundo”, ópera prima, en la que la autora capitaliza con mucha
eficacia sus conocimientos –y seguro que experiencias- de vidas anteriores; no
en vano es licenciada en Historia del Arte, y su actividad profesional ha
estado inmersa en el mundo de los anticuarios, y en el del diseño de muebles.
Más que irse reciclando en distintas actividades Marta ha ido acumulando
saberes y experiencias que ahora nutren y permiten materializar la que sospecho
es su verdadera, o al menos más fuerte, vocación: la de contar historias,
indagando en el misterio poliédrico del alma humana: o sea la Literatura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">Como buena historiadora, la autora se documenta pormenorizadamente
sobre los hechos históricos y los lugares que definen los escenarios de su
novela; y construye una estructura sólida que le permite controlar a sus
personajes, sus relaciones, sus recorridos, creando tramas espacio-temporales
de una cierta complejidad, con las que está tejida la novela. Y lo hace con la
seguridad de un buen director de orquesta o de un arquitecto experimentado, sin
permitir que un motivo especialmente armonioso o un hallazgo afortunado alteren
el avance equilibrado de la composición. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">Otros dos títulos, de autores más que consagrados, me han venido a la
cabeza al ir leyendo “La princesa …”: <i>La
tabla de Flandes</i> de Pérez Reverte, y <i>Real
Sitio</i> de José Luis Sampedro. Como en estas, el relato se desarrolla en dos
momentos diferentes: el contemporáneo y el de una determinada época histórica,
en concreto en la del <i>Cinquecento</i> florentino. He de confesar que tras <i>La sonrisa etrusca</i>, maravillosa creación
del gran economista, me decepcionó el desenlace de <i>Real Sitio</i>, tras un comienzo y planteamiento magistrales. De <i>La Tabla</i>, qué decir: fue esencial para
la eclosión finisecular del reportero Reverte en el panorama literario
europeo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">Aunque es ópera prima, <i>La Princesa</i>
es una novela escrita desde la experiencia; por lo que sin perder la frescura
de la obra de autor novel no cae en el frecuente error de los noveles de querer
agotar todos los registros en su primera obra. Seguramente hay mucho de
autobiográfico; resulta bastante evidente al leer el perfil de la autora, aunque
¿qué novela en mayor o menor medida no
lo es? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">En esencia la novela narra la búsqueda que la protagonista emprende de
su propia identidad; es por ello una novela clásica, que se adentra en el
análisis de los aspectos más íntimos de la personalidad; al mismo tiempo
moderna, por su profundidad sicoanalítica, y también posmoderna, por la forma
relativa y contradictoria (tan contemporánea) en la que la protagonista vive
las relaciones humanas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">Resulta interesante la forma tan natural en la que se presentan las
escenas de sexo, y sobre todo cómo ayudan a dibujar el perfil de los personajes
que las viven, y a poner de relieve las contradicciones que les atormentan. La
sexualidad entendida como una manera de encontrarse a sí mismo (a sí misma en
este caso) a través de los otros. ¡Puro Freud!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">Mérito extraordinario el de Marta Galatas, y extraordinaria su
determinación: hace unos pocos años se inscribía en un taller de escritura
narrativa, y –alumna aventajada- ha entrado ya en el dificilísimo mercado
editorial. Confiemos en que <i>La princesa</i>
se reedite, y en que pronto podamos leer nuevos títulos de esta autora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt;">La novela que comentamos se circunscribe a una capa social
determinada, la alta burguesía, sin concesiones a la aparición de personajes
(salvo algún sirviente, y tal vez el socio anticuario) de clases menos
acomodadas. Tiene todos los ingredientes propios: lujo, glamour, sensualidad,
para convertirse en un <i>best-seller</i>,
llevarse al cine, etc. Y eso estaría muy bien –¡cuántos lo sueñan!- siempre que
no supusiera un riesgo para la autora de quedarse en ese ámbito, ya que tiene
talento, oficio, y recursos como para ser mucho más que una escritora de <i>best-sellers</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<a href="file:///F:/La%20princesa%20que%20cambi%C3%B3%20la%20historia.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD">GALATAS, Marta. “La princesa que cambió la
historia”. SIAL Ediciones, 2015. Madrid <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-52284944748672057022017-03-26T12:57:00.002-07:002017-04-19T05:42:34.222-07:00No soy monja; soy persona.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRcKxRM9Qepan39ag9EJ0UiyV5KaVe_1HkfTwDg3_2DaRLfymPa7QP8ocn-xIcuZ6PSywFyDA2tHxw5b89cYZP0QPslAA97KSBqOu0WvfbjZIbwwTZLdvg74ME0Uxk9QP-_2WkNbXB9wM/s1600/Ponap%25C3%25A9.+Mar%25C3%25ADa+P%25C3%25A9rez+Caballero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRcKxRM9Qepan39ag9EJ0UiyV5KaVe_1HkfTwDg3_2DaRLfymPa7QP8ocn-xIcuZ6PSywFyDA2tHxw5b89cYZP0QPslAA97KSBqOu0WvfbjZIbwwTZLdvg74ME0Uxk9QP-_2WkNbXB9wM/s320/Ponap%25C3%25A9.+Mar%25C3%25ADa+P%25C3%25A9rez+Caballero.jpg" width="259" /></a></div>
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";"><br /></span>
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">María Pérez
Caballero, Bilbao 1940-Saipán 2016, <i>in memoriam</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">(Próxima aparición en <em>Revista Española del Pacífico</em>)
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Las Mercedarias de
Bérriz constituyen el epígono misionero de la proyección ibérica, iniciada
en el siglo XV, una proyección de alcance universal, uno de cuyos hitos más
relevantes -la primera circunnavegación del globo por Juan Sebastián de Elcano-
vamos a conmemorar en su quinto centenario, en un lustro. </span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Llevadas por el
empuje de su fundadora, la beata Margarita María de Maturana, las Mercedarias
de Bérriz llegan a las islas del Pacífico, Marianas y Carolinas, en los años 20
del pasado siglo, donde desarrollan una extraordinaria labor, contribuyendo a
la formación, hasta hoy mismo, de generaciones de niñas isleñas.</span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Conocí a María en el
año 1997. Con Rosario Arberas eran entonces las dos mercedarias españolas
responsables de la buena marcha del <i>Our Lady of Mercy Catholic High School</i>,
de Ponapé, cuando llegué a esa isla mágica por primera vez. Yo buscaba, por
encargo de la Dirección general de Cooperación del Ministerio de Cultura,
vestigios materiales de la presencia española en las islas Marianas, Carolinas
y Palaos. Dedicaba el día a apasionantes excursiones por la isla, y tras
ponerse el sol me dirigía a la Misión católica, a la residencia de las
mercedarias, donde les hablaba a María y a Rosario de mis hallazgos y de
mis aventuras del día. Nos reíamos muchísimo con estas últimas. Con mucha
dignidad, sin lujos, aquella casa era mucho más acogedora que el
buen hotel al que me iba a descansar, después de cenar con
ellas. Desde el primer momento Rosario y María me hicieron sentirme
como en mi propia casa; parecía que las conocía de toda la vida, como si
fueran auténticamente mis hermanas mayores.</span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">María, encarnaba la <i>joie
de vivre</i>, la alegría de vivir; ilustraba a la perfección -por
antítesis- la máxima teresiana de "un santo triste es un triste
santo". Como Santa Teresa, tenía también un punto de anticonformismo, de
rebeldía tal vez ante los encorsetamientos y las etiquetas. Cuando pienso en
ella me viene a la cabeza una frase que una vez le oí decir, y que era toda una
declaración existencial: "no soy monja, soy persona". La única
etiqueta que admitía era, además de la de persona, la de
hermana. Obviamente se refería a las connotaciones negativas que el
término “monja” ha podido acarrear con los años. Ella le daba la vuelta a todo
eso: religiosa, misionera, hermana. Hacerse monja significaba para parte de la
sociedad desde hace muchos años, un último remedio, una reclusión, una solución
resignada. Pero ser como María, una persona que movida por la fe cristiana
emprende una misión dirigida a los demás, y hace de ella su razón de vivir, es
un ejemplo apasionante de vida. </span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">María era libre,
alegre, pienso que feliz, extremadamente jovial, mucho más joven de lo que
apuntaba su edad biológica. Ah, y también muy vasca, aunque sólo volviera a
España una vez cada cinco años.</span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Invita a la
reflexión comprobar que personas como María, que dedican su vida entera a los
demás, y no tienen ni guardan nada para sí, son las que nos transmiten una
sensación mayor de bienestar interior, de paz y de satisfacción en la vida.
Ahora que todo el mundo busca neuróticamente la felicidad individual, María era
el mejor testimonio de cómo acercarse a ella, por medio de los demás. Mucho más
útil su testimonio que cien libros de autoayuda. </span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">María era "la
bomba". A todo el mundo conocía, todo el mundo la saludaba, a todos
sonreía. Le gustaba, en los desplazamientos ir en la parte trasera,
descubierta, de la <i>pick up</i>, que conducía Rosario, de solo dos plazas
contando la de la conductora, cediendo siempre el asiento del copiloto a quien
pudiera ir con ellas, yo mismo, algunas veces. Comunicaba con todo el mundo
como los ángeles; no le importaba lo más mínimo que su pronunciación en inglés
–marcando las erres- fuera más próxima a Guecho que a Oxford. </span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Nos veremos María:
en tu Pohnpei, o en Maturana Hill; tal vez en Nan Madol, a donde no fuimos
nunca juntos, o como la última vez en los pabellones Juliana Guijo de la
escuela donde enseñaste a tantas niñas, y que quedaron estupendos, una de mis
mejores obras como arquitecto. </span><span lang="EN-US" style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">Nos veremos María. Como cantaba
Vera Lynn… </span><span lang="EN-US" style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-US" style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">We’ll meet again</span><span lang="EN-US" style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-US" style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Don’t know where</span><span lang="EN-US" style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-US" style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Don’t know when</span><span lang="EN-US" style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="EN-US" style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">But I know we’ll meet again</span><span lang="EN-US" style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Some
sunny day</span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif";">Gracias por todo.</span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #1f497d; font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 11pt;"></span><span style="font-family: "helvetica" , sans-serif;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-81368298911206419772016-11-08T11:29:00.000-08:002016-11-08T11:58:28.595-08:00¡Fuego en el Museo del Prado!<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKGfEPXG4LAWJfZAI00tjv73IYiCvifGkYgUUVOJnMjmE96wjP_4QhHJZsFtL8oLO4vCHR4aKjtHeRm20LeoTxmIakUXDurny_0RXqQeAcGd4-trDWvKTTijaraf5v4eXxWRdRQGcZ3HQ/s1600/Tr%25C3%25A1nsito+de+la+Virgen.+Andrea+Mantegna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKGfEPXG4LAWJfZAI00tjv73IYiCvifGkYgUUVOJnMjmE96wjP_4QhHJZsFtL8oLO4vCHR4aKjtHeRm20LeoTxmIakUXDurny_0RXqQeAcGd4-trDWvKTTijaraf5v4eXxWRdRQGcZ3HQ/s320/Tr%25C3%25A1nsito+de+la+Virgen.+Andrea+Mantegna.jpg" width="247" /></a></div>
<span style="color: #333333;">Eugenio D’Ors en su clásico, ya mítico, ensayo “Tres
horas en el Museo del Prado” nos decía sin dudarlo que si se declarase un
incendio en el Museo del Prado y pudiera salvar solo uno de los cuadros que
alberga, elegiría “El Tránsito de la Virgen” de Mantegna. Algún aguafiestas
argumentó después que eso lo diría por su pequeño tamaño<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Desktop/Lucernarios/Documents/PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/%C2%A1FUEGO%20EN%20EL%20PRADO!.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>; salvar
las Meninas, por ejemplo, le hubiera supuesto como poco un lumbago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;">Pues qué quieren que les diga. Estoy totalmente de acuerdo
con D‘Ors; más que por influencia suya, que también, creo yo que por mi
formación y condición –algo oxidada hoy- de arquitecto. Decir que el mejor
cuadro del Prado es éste o aquél, (pongo estos acentos, aunque sé que la RAE dice ahora que no se deben poner)
es más que una temeridad, un absurdo. Es como decir que la mejor canción de los
Beatles es ésta o aquélla: casi todas son la mejor canción. Pero puestos a
elegir, si hay que elegir un cuadro, yo elegiría también el Tránsito. ¿Y
porqué? Pues voy a intentar en las próximas líneas explicármelo-explicárselo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;">1</span></b><span style="color: #333333;">) Por
su <b>modernidad</b>: sobre todo si lo
comparamos con otros cuadros del mismo siglo; sin ir más lejos, en la misma
sala del museo, justo al lado, está colgado "La Anunciación" de Fra
Angelico, que como es sabido es un políptico, o si se prefiere un retablo, cuya
escena principal es la que le da título. Debajo de la conocidísima escena, en
la predela, representadas a tamaño muchísimo menor, hay otras escenas de la
vida de la Virgen, una de las cuáles es precisamente el Tránsito. Podemos ver,
comparando ambos cuadros, la gran evolución que ha experimentado la
representación pictórica en sólo unas décadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;">La modernidad emana del clasicismo de la representación,
alejada de los pintoresquismos de la Escuela flamenca o de Berruguete, y de
barroquismos posteriores. Rasgo de modernidad lo constituye también la forma en
la que el pintor pone en relación al espectador con el cuadro; le mete en el
cuadro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;">Mantegna, como todo genio se adelanta varios siglos a su
tiempo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2</span></b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por la naturalidad y sutilezas de la <b>perspectiva</b>. Mantegna hace patente en
este cuadro los avances científicos de la perspectiva florentina. El marco
arquitectónico, tan importante, es esencial para ello. La composición es
extraordinaria (según Eugenio D’Ors la mejor de la historia de la pintura). El
esquema ortogonal, claro y sencillo, de líneas verticales (las figuras de los
apóstoles, las pilastras, los candelabros, las velas), y líneas horizontales
(el lecho donde yace la Virgen y su propia figura, el alfeizar del hueco, las
nubes, el horizonte del paisaje) –una retícula virtual- otorgan todo el
protagonismo a la perspectiva, explicitada por un nítido suelo de baldosas, por
la figura del apóstol en escorzo que inciensa el cuerpo de la Virgen, y por el
paisaje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El suelo, el apóstol, el paisaje del lago donde una línea inclinada –el
edificio a modo de dique- cobra un protagonismo extraordinario en la
composición, todo ello ocupa la parte central del cuadro, de una forma
despejada y limpia. Nótese que el cuerpo de la Virgen, el protagonista del tema,
no es el protagonista de la composición, como ocurre en la predela de la
Anunciación, sino una referencia, muy importante sí, para que pueda presentarse
en toda su rotundidad la gran protagonista del cuadro que no es otra que la
Perspectiva. La cara de la Virgen no ocupa una posición focal; está un poco
escondida y escorada; el centro focal –a donde se nos va la vista en el primer
golpe- lo constituye la cabeza de San Pedro, y el apóstol en escorzo, y si se
me permite la irreverencia –otro rasgo de modernidad, la humanización de tan
trascendente escena- el trasero de dicho apóstol. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Decíamos en el punto anterior que Mantegna mete al espectador en el cuadro.
Como se ha señalado, uno de los trucos para conseguirlo es prolongar el suelo
hacia delante, pero yo sobre todo diría que es dejando ese suelo, o mejor dicho
ese espacio central, libre y neutro, para que lo ocupe… el espectador. Ese
suelo ajedrezado bicromático, tan sencillo, máxime si lo comparamos con suelos de
cuadros de la época y posteriores (Van Eyck, Berrugute, etc.) contribuye a
nuestra percepción de modernidad sobre la obra, y dota a esa parte del espacio
de todo un potencial abstracto: solo las líneas de las juntas horizontales y
las perpendiculares en fuga. Esa efectividad se hubiera perdido de haber
construido ese suelo con baldosas de intrincado dibujo, como hacen
virtuosamente otros pintores del siglo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Fijémonos ahora en el punto de vista, que Mantegna sitúa un poco por encima
de las cabezas de los apóstoles. Con ello da un mayor protagonismo a la vista
del lago, más bien estanque, que se abre tras la escena del velatorio. Aunque
Mantegna mete al espectador en el cuadro, no hace de éste el protagonista de la
escena, como sí lo hará Velázquez en Las Meninas. El espectador en este caso
bien pudiera ser el apóstol que falta: Santo Tomás, que llegará un poco tarde y
apresuradamente desde la India. El espectador contempla la escena desde una
elevación algo superior a la que ocupan las figuras protagonistas, como si
estuviera en una estancia más elevada. De nuevo ello contribuye a humanizar
(modernizar) la escena. Al elevar el punto de vista, cobra protagonismo, casi
tanto como la escena de los apóstoles velando el cuerpo de María, la escena del
paisaje, con un horizonte nítido y claro, la auténtica línea de horizonte de la
composición. Creo que es eso fundamentalmente lo que busca Mantegna: dar
protagonismo a la perspectiva, más que plantear otras consideraciones de
carácter simbólico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Un estanque, con unas construcciones lineales, todo muy
contenido, sin hablar más de lo que debiera. No es extraño que a algunas
personas les haya parecido frío este cuadro. “No me dice nada” declara una
espectadora norteamericana que tengo a mi lado. ¡Claro! No es una obra ni
gótica –que sacralice la representación con fines evangelizadores- ni barroca,
que exprese o quiera provocar emociones intensas. Su contemplación produce
calma y sosiego: es eso, un tránsito, no una agonía. Sereno clasicismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">3</span></b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por la sutil asimetría que
determinados elementos introducen en una composición simétrica. La Virgen no
está en el centro de la composición; el apóstol que está de espaldas, y el
dique del estanque introducen con su oblicuidad dinamismo y naturalidad a la
escena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">4</span></b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por la sabia estratificación
compositiva: los diferentes planos verticales, secciones de la pirámide visual
propia de la perspectiva, marcados con rotundidad grácil por líneas
horizontales: el plano del lecho o catafalco sobre el que reposa el cuerpo de
la Virgen; el plano de la ventana; el plano del muro de contención del lago… el
horizonte finalmente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">5</span></b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por su iluminación, que produce una
sensación de naturalidad, pero que si se analiza resulta irreal. Es una luz
inquietante. ¿Dónde está el punto de máxima luminosidad? ¡Debajo de la Virgen!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">6</span></b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por ser un cuadro arquitectónico que
se anticipa a los cuadros de los grandes pintores de arquitectura venecianos,
Tintoretto y Veronés. Comparando la arquitectura de este cuadro con la de otros
cuadros de pintores contemporáneos a Mantegna, incluso algo posteriores, colgados
en las mismas paredes de Prado, muy cerca del Tránsito, por ejemplo con el
autorretrato de Durero, vemos que para éste la arquitectura es simplemente un
marco (luces y sombras), mientras que Mantegna dibuja con sumo cuidado molduras
y elementos decorativos de las pilastras. O si se compara con “La virgen de la
Leche” de Pedro Berruguete, esta pintura maravillosa resulta arcaizante en su
goticismo figurativo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><b>7</b></span><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Por su cromatismo. También en el color
Mantegna se adelanta a su tiempo: no sólo por su luminosidad y viveza
venecianas, sino también por su valor estructurante de la composición. Algunos
años antes de pintar este cuadro Mantegna se había casado con Nicolossia,
hermana de Giovanni Bellini. La interacción entre ambos pintores resultaría
fundamental para sentar las bases de la escuela veneciana, que llegaría a su
apogeo en el siglo XVI. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><b>Coda</b>: confío en que nunca se declarará un incendio en el Museo del Prado. Es
prácticamente imposible con las actuales medidas de seguridad. Pero si se
declarara y me pillara a mí aquí, y sólo pudiera salvar un cuadro, o dicho de
otro modo: si pudiera robar un cuadro del Museo del Prado, solo uno –algo más
improbable todavía que el incendio- me llevaría a casa el Tránsito de la Virgen
de Andrea Mantegna. Eugenio D’Ors tenía razón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.15pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.15pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Bibliografía citada: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.15pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">D’ORS ROVIRA, Eugenio: “Tres horas en el Museo del
Prado”. Itinerario estético, 1922<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: right;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">JGG<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormalCxSpMiddle" style="background: #EDEFF4; line-height: normal; margin-left: 35.25pt; mso-add-space: auto; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: right;">
<b><span style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Museo del Prado, Madrid (primavera 2014), Rabat (otoño) 2016.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 35.45pt;">
<a href="file:///C:/Users/jgalvang/Desktop/Lucernarios/Documents/PRIVADO/ESCRITOS/BLOG/%C2%A1FUEGO%20EN%20EL%20PRADO!.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> Como es sabido el cuadro original se fragmentó en
dos. Lo que vemos en el Prado es la parte inferior. La parte superior se
conserva en la Pinacoteca de Ferrara y representa la acogida del alma de la
Virgen por Jesucristo. <o:p></o:p></div>
</div>
</div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-10616178780767779022016-09-01T10:17:00.004-07:002019-08-25T00:58:41.341-07:00Sobre identidades (... y yo te buscaré en Groenlandia) <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdRMH5TUcd37K8w9US7dy7yJB4MvIuIavU4_VUJ57SECeL5RWu-6wlqiIgB9iW92um0r8UJ7qDMq6q6Jh_aXc1bxynU5rtb76VyCf4JunBXajZRaoHz87AP0vbtCI6Bpwm-uyDDcym0jk/s1600/DSC_0009.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdRMH5TUcd37K8w9US7dy7yJB4MvIuIavU4_VUJ57SECeL5RWu-6wlqiIgB9iW92um0r8UJ7qDMq6q6Jh_aXc1bxynU5rtb76VyCf4JunBXajZRaoHz87AP0vbtCI6Bpwm-uyDDcym0jk/s320/DSC_0009.JPG" width="247" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Con la caída del muro de Berlín, casi todos
imaginamos que se cumpliría la profecía de John Lennon: “… <i>and the World will be as one</i>”. Europa avanzaba hacia la unidad
política, y el mundo pensábamos que ya era una aldea global. Pero pronto nos
dimos cuenta de que no iba a ser así: guerras en los Balcanes y desmembración
de Yugoslavia, afloramientos de dormidas nacionalidades, no siempre pacíficos,
en lo que fue la URSS… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Más de un cuarto de siglo después: Brexit,
“desconexión” de Cataluña, un autoproclamado estado islámico que hace “la
guerra santa”, populismos de ideología trasnochada incluso en la cuna de la
democracia contemporánea. El futuro no es como ni John Lennon ni como casi todos
nosotros nos lo habíamos imaginado, ni muchísimo menos. Durante algunos años
pensábamos que el siglo XXI había comenzado con la caída del Muro, pero
estábamos equivocados; comenzó el 11 de septiembre de 2001.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Cuando viví en Filipinas empecé a interesarme
vivamente por las cuestiones identitarias; descubrí al gran Nick Joaquín, que
había sido el defensor a contracorriente, en plena explosión del nacionalismo
filipino, del ingrediente español como factor esencial en la formación de la
identidad filipina. Por paradójico que pueda resultarnos hoy, Filipinas fue una
creación española; los filipinos sólo comenzaron a tener conciencia de una
identidad común al final de la presencia española en el archipiélago; de hecho
en el siglo XIX se consideraba filipino al español nacido en las islas, es
decir al criollo, para diferenciarlo del español de la metrópoli, a quien se
llamaba peninsular. Es bastante obvio que la creación de muchos de los estados
actuales es fruto del colonialismo, o si se prefiere del pos-colonialismo; lo
que no le resulta tan obvio a muchos es que también muchas identidades
nacionales lo son. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Al vivir en Argelia, pude comprobar que este país, <i>mutatis mutandi</i>, era como Filipinas: una
creación, en este caso francesa. Éric Zemmour lo ha dicho de una vez por todas
con esta <i>boutade</i>: “<i>L’Algérie n’existe pas c’est une invention
de la France.”</i> (“Argelia no existe; es una invención de Francia”. La
ausencia no ya de un estado, sino de un poder político de cierta fuerza y capacidad
de ser reconocido como tal, en la era pre-colonial hizo que ambos países, o
mejor dicho territorios, fueran fuertemente colonizados por potencias
culturalmente muy distantes: España y EEUU en el caso de Filipinas; Francia en
el caso de Argelia; lo que hace que su cultura resultante sea bastante
diferente -en no pocos casos denostada y siempre mal entendida- de la de sus
vecinos respectivos, étnicamente afines: malayos y arabo-bereberes
respectivamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">En Marruecos, donde vivo ahora, el caso es distinto,
a pesar de haber sido también colonizado, bajo forma de protectorado en el
siglo XX. Y la diferencia se debe básicamente a la existencia de ese poder
político del que carecían Filipinas y Argelia; en el caso marroquí, un poder secular
en forma de monarquía. La existencia de estados como España, el Reino Unido o
Marruecos, se explica en función de las monarquías que aglutinaron –y siguen
aglutinando- a diferentes pueblos, tribus o naciones. En cierto sentido también
podría decirse algo parecido de Tailandia en el sureste asiático. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Como bien expresaba Nick Joaquin, la formación de una
identidad es un proceso dinámico, sujeto a evolución, natural o artificial. El
caso del Marruecos contemporáneo es especialmente interesante, por distintos
factores, muy diversos; en cierto sentido, Marruecos afronta un reto paralelo
al de Japón en los 60: modernizarse, “occidentalizarse”, guardando su
centenaria e identitaria tradición. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Vengo a hacerme, o más bien a explicitar, estas
reflexiones, tras la lectura de “<b>Dioses
útiles. Naciones y nacionalismos</b>” de José Álvarez Junco, libro utilísimo
para posicionarse en el análisis y en la opinión de los diferentes contenciosos
identitario-políticos que sacuden nuestra realidad cotidiana. Supe de su
publicación tras leer, en Rabat, la reseña que de este libro, en El País hizo
José Andrés Rojo; en mi primer desplazamiento a Madrid acudí raudo a comprarlo,
y no me he arrepentido en absoluto de ello. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Junco se propone –y consigue- analizar racionalmente
el fenómeno nacionalista, partiendo de la hipótesis de que en la génesis de
todo proceso nacionalista, como en general en su mantenimiento, es esencial el
factor emocional. En palabras del autor: “someter a la razón los sentimientos”.
La otra hipótesis fundamental, alude a que los nacionalismos son construcciones
históricas; aunque en su formulación siempre se alude a cuestiones inmanentes,
naturales, cuando no divinas, y aunque ciertamente son fundamentales los
factores naturales: un territorio, una etnia, una lengua común, ninguno de
ellos garantiza, ni excluye, el florecimiento de una entidad nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Junco desmonta con su análisis riguroso el tópico de
la existencia de naciones <i>ad</i> <i>aeternum</i>: ”(…) cualquier identidad es
una construcción histórica, producto de múltiples acontecimientos y factores,
algunos estructurales, pero en su mayoría contingentes. Es decir que no hay
nada atribuible a designios providenciales o misteriosos, ni tampoco a un
espíritu colectivo que habite en los nativos del país desde hace milenios.” Ningún
estado puede legitimarse en la ley natural, ni en la voluntad divina. Una buena
parte de las identidades nacionales que ahora se presentan como milenarias son
ciertamente fruto de la sensibilidad romántica del XIX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Primero es el grupo, la tribu, la etnia, cuyos integrantes
comparten una lengua y ocupan un territorio determinado: esos son los componentes
básicos del nacimiento de una nación, concepto que se basa por tanto en elementos
concretos: personas, palabras, lugares. Sin embargo en la constitución de un
estado, a partir de una o varias naciones, intervienen componentes abstractos:
soberanía, poder político, organización administrativa, fiscalidad, etc. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;"> El conflicto
se plantea cuando una entidad nacional aspira a una forma de soberanía que
entra en conflicto con la existente. Los ejemplos son abundantes y de
naturaleza muy variada; de ente los muchos que podríamos sacar a relucir me
llaman la atención especialmente, los de aquellas entidades que tienen un
marcado carácter identitario, y que por mor de la descolonización, o de otros
factores políticos, nunca han llegado a tener un estado propio: pienso en los
fangs africanos, o en los kurdos asiáticos, y en algunos otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Craso error el de los dirigentes políticos y los
pensadores, forjadores de soberanías nacionales, que acuden a hechos históricos
muchas veces poco relevantes e inciertos para justificar el derecho de una
entidad nacional a convertirse en estado. Y además cabe preguntarse en algunos
casos: ¿dónde paramos la moviola de la Historia? Si alguno se descuida acabamos
siendo todos italianos (romanos), mauritanos (almorávides) o libaneses
(fenicios). O como dice Junco, citando a John H.Elliot: “es típico del
nacionalismo percibir el pasado a través del prisma del presente, y el presente
a través del prisma del pasado”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Los estados por muy consolidados que estén no son inmutables. En lo
que respeta a la identidad, y a su gestión política: todo cambia, nada
permanece (Heráclito <i>dixit</i>).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Bibliografía citada</span></u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">- ÁLVAREZ
JUNCO, José: “Dioses útiles.
Naciones y nacionalismos”. </span><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Galaxia Gu</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">temberg</span><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">, 2016 <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">- </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">JOAQUÍN, Nick:
“Culture and history: Occasional notes on the Process of Philippine becoming”. Solar
Publishing Corporation. 1988 <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11pt;">Rabat, agosto 2016</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<o:p></o:p><br /></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-60384232965173258002016-08-04T03:01:00.001-07:002016-08-22T05:11:21.641-07:00Los libros son para el verano<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidMOr671vNNKRglxMJjAhc5xGYK9RNC0Y4oKR5KgBvRAlGUwvyxVqmppWKWT_Mld8uEXaKXnJjkGAovvewkrZTTc8u272rjyc3U_RWkSnugyuclVCTqw3P4wc7tnDZlgaUYyyQP01T_HY/s1600/IMG-20160731-WA0005.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidMOr671vNNKRglxMJjAhc5xGYK9RNC0Y4oKR5KgBvRAlGUwvyxVqmppWKWT_Mld8uEXaKXnJjkGAovvewkrZTTc8u272rjyc3U_RWkSnugyuclVCTqw3P4wc7tnDZlgaUYyyQP01T_HY/s320/IMG-20160731-WA0005.jpg" width="320" /></a></div>
Para aprehender el contenido de un libro, necesito compartir
las reflexiones que su lectura me provoca. Lo mismo podría decir de un cuadro,
de una escultura, de una fotografía o de un edificio. Es por ello que he
iniciado este blog, que nace más como ejercicio y reto de auto-disciplina que
como pretensión comunicativa. Si bien, dicho esto, mentiría si dijera que no
busco atraer la atención de algún amable lector, pues pienso que todo lo que se
escribe, hasta el diario más íntimo, se hace con la intención de que alguien
diferente al autor lo lea algún día.<span style="font-size: 12pt; line-height: 106%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Acabo de terminar de leer "Patagonia Express" de
Luis Sepúlveda. Me lo ha regalado una de las mejores colaboradoras que he
tenido en el Instituto, a modo de despedida: cambia de centro, y dejo por tanto
de ser su jefe. Últimamente casi no compro libros, me los regalan; lo que hace
que ya casi no sea yo quien elija mis lecturas, sino que es el destino -a
través de mis amigos -quien lo hace.
</div>
<div class="MsoNormal">
En la dedicatoria, que amablemente me brinda, mi
colaboradora hace alusión a "ese viaje a Chile que estás planeando".
No sé cómo llegó a tal conclusión. Ciertamente Chile es un país enormemente
atractivo que me encantaría visitar. Es uno de los primeros nombres geográficos
que se instaló en mi mente desde antes de tener eso que se llamaba "uso de
razón", ya que allí vivía el padrino de mi hermano mayor, un personaje
mítico para mí en aquellos tiernos años, del que llegaban puntualmente cartas,
desde el otro lado del Atlántico, varias veces al año.<span style="font-size: 12pt; line-height: 106%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
Pero no, la verdad es que nunca he planeado ir a Chile; quizás esto del
viaje me lo oyera decir mi colaboradora, tomando en serio un comentario en tono
de broma que yo estaría haciéndole a un compañero casado con chilena. El caso
es que "ese viaje a Chile" ha obrado de <i>mcguffin</i>.
Vila Matas explica muy bien lo que es un <i>mcguffin</i>
en "Kasel no invita a la lógica", libro que por cierto sí que compré,
en la presentación que el autor hizo del mismo en el Instituto Cervantes, hará
ya tres años.
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
Pues eso: un <i>mcguffin</i> es una
frase o una idea que desencadena una trama, un argumento, un planteamiento...
sin tener nada que ver con la trama, argumento o planteamiento que desencadena.
Hitchcock, como es bien sabido, fue uno de los grandes maestros en su
utilización.
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
La lectura de “Patagonia Express”, libro que invita a ser leído, sobre
todo en verano, entre otras cosas por su ligereza -letra grande, extensión
reducida- me ha hecho recordar, esa
magnífica película cuya acción transcurre también en el profundo sur americano:
"Historias mínimas". Más que un libro de viajes que también lo es, es
ante todo un compendio de relatos breves, de historias mínimas, que a veces
evocan cuentos de Borges, a veces macondos, con el hilo conductor del viaje...
de un viaje a ninguna parte como nos anuncia el propio autor en el prólogo,
citando sin citar al gran Fernando Fernán Gómez (FFG). Y también con el hilo
conductor de la doble pertenencia, americana y española, de la que hace gala
Sepúlveda a lo largo de la narración.
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
Dos máximas que aparecen en el libro me han hecho reflexionar; la
primera: "nadie tiene que avergonzarse de ser feliz". No sé cuanto
admiraba Sepúlveda a Fernán Gómez, si es que lo admiraba, supongo que sí. Esa
frase me lleva a una anécdota que se cuenta del protagonista de “El Abuelo”:
alguien le preguntó si era feliz, y él respondió sin vacilar: "pero usted
por quién me toma". Bastante banal le debía parecer a FFG esa obsesión
contemporánea por la felicidad. Y es que nuestra sociedad del bienestar ha
sustituido al buen Dios de los monoteístas por una nueva deidad, a la que todo
debe sacrificarse, y que es tan difícil de aprehender, tal vez más que el buen
Dios de los monoteístas: la Felicidad.
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
La segunda frase, que el autor repite, al menos una vez, a lo largo del
libro: "uno es de donde mejor se siente" me hace recordar aquella
canción de Marvin Gaye que hiciera famosa el especialista en versiones Paul
Young: "<i>Wherever</i> <i>I</i> <i>lay</i>
<i>my</i> <i>hat</i>, <i>that's</i> <i>my</i> <i>home</i>".
En ese caso yo me considero filipino, ya que en ninguna etapa de mi vida
me he sentido mejor que en la que viví en Manila (2001-2006), con largo prólogo
de numerosos viajes al archipiélago (1993-2001). Y es que en Manila nunca tuve
neurosis, ni depresiones, ni decepciones: ese estado, de bienestar sicológico,
es lo más parecido que he encontrado a eso que quizás sea lo que entienden
algunos por felicidad.
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
Pero también es verdad que desde hace ya algún tiempo, como el
arquitecto Bofill me considero nómada,
siendo el nomadismo sobre todo un <i>état
d’esprit</i>; y vengo ahora a caer en la cuenta, tras leer la frase en el libro
de Sepúlveda, que probablemente el nómada no es de ninguna parte porque en
ninguna parte se siente bien... lo que resulta cuando menos inquietante. Yo
añadiría, para quedarme un poco más tranquilo que el nómada no se siente bien
en ninguna parte de forma permanente y continuada, lo que me concilia con la
idea de que me sienta tan bien en verano en un pueblo serrano de la provincia
de Madrid, leyendo libros, porque parafraseando de nuevo a FFG, los libros
(como las bicicletas) son para el verano, o mejor habría que decir que el
verano es para leer libros, o debería serlo...</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
Bibliografía citada:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
- SEPÚLVEDA, Luis: “Patagonia Express”. Tusquets Editores S.A., 1995
(1ªed.) 2016 (6ªed.) </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
- VILA MATAS, Enrique: “Kassel no invita a la lógica”. Seix Barral, 2013.</div>
<div class="msolistparagraph" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
- FERNÁN GÓMEZ, Fernando: “Las bicicletas son para el
verano”. Cátedra. Edición de Francisco Gutiérrez Carbajo, 2010</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
- FERNÁN GÓMEZ, Fernando: “El viaje a ninguna parte”. Cátedra, 2002.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0pt; text-align: right;">
Moralzarzal, julio 2016</div>
</div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7505263969607337605.post-7089907727397025092016-07-09T10:05:00.002-07:002020-04-05T23:39:51.305-07:00LO QUE EL DÍA DEBE A LA NOCHE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZMsLGQbXe8301S3N8cMRw-DlQ3ZW_vb64SLqxoPqCaS_PxeLxZk0Z1sXEbzIXD7pWOFvky4lmITvzOHinkzlkx402PW98LZMzwx8wghyIUfC5CwYQwIzOfN92ZguZ94l4SIlNJhsCVCM/s1600/204774_1993922085035_3167424_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZMsLGQbXe8301S3N8cMRw-DlQ3ZW_vb64SLqxoPqCaS_PxeLxZk0Z1sXEbzIXD7pWOFvky4lmITvzOHinkzlkx402PW98LZMzwx8wghyIUfC5CwYQwIzOfN92ZguZ94l4SIlNJhsCVCM/s320/204774_1993922085035_3167424_o.jpg" width="212" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<strong>LO QUE EL DÍA DEBE A LA NOCHE<o:p></o:p></strong></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">Autor: <strong>Yasmina
Khadra<o:p></o:p></strong></span></div>
<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">Título original: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">C’est que le jour doit à la nuit</i><o:p></o:p></span><br />
Éditions Fayard, 2008<o:p></o:p><br />
<o:p> </o:p><br />
Es ésta la
novela que supuso el espaldarazo internacional como novelista a su autor,
Mohamed<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="color: #222222;">Moulessehoul</span>
conocido por su seudónimo literario, Yasmina Khadra, autor de títulos como Las
golondrinas de Kabul (2002), El atentado (2005), Las sirenas de Bagdad (2006),
etc… traducidos a más de treinta idiomas. <o:p></o:p><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La explicación
al éxito internacional de Yasmina Khadra quizás resida en su capacidad para
contar en sus novelas una realidad como la argelina difícil de comprender para
quien no está inmerso en ella. Yasmina Khadra consigue, sobre todo con esta
novela, poner en el mapa literario la Orán del siglo XX, tomando el relevo no
de Camus, para quien Orán no es sino una referencia temporal abstracta, sutil
y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>metafórica, sino de Emmanuel Robles. No
es por azar que Camus –mejor dicho una cita de La Peste- aparece en la
“dedicatoria” previa al comienzo de la novela, mientras que a Emmanuel Robles
se le cita como personaje real en el transcurso de la misma.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al
acercarse a la obra de Yasmina Khadra hemos de tener cuidado de que no nos
deslumbre la esquiva personalidad del autor: militar que desempeñó importantes
misiones en la lucha contra el terrorismo en Argelia en los años 90, que
escribe bajo un seudónimo femenino, compuesto por los nombres segundo y tercero
de su esposa, opositor al régimen del presidente Bouteflika, pero al mismo
tiempo máximo representante oficial de la cultura argelina en París. No,
Yasmina Khadra no es un intelectual –en el sentido estricto del término, como
lo puede ser Wassyla Tamzali- ni un ideólogo, ni un filósofo. Yasmina Khadra
–quien suele bromear irónicamente sobre el bulo de que no es él quien escribe
sus novelas- es un novelista de éxito, con un pasado atípico –como por ejemplo
lo es también Arturo Pérez Reverte, el escritor español de mayor éxito en las
últimas décadas- con todas las connotaciones positivas y negativas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que ello conlleva. No es un innovador en la
técnica narrativa, no es ni el James Joyce, ni el Borges africano, pero su
éxito y tremenda popularidad -en países como Bélgica es el indiscutible líder
de ventas- no son casuales, sino fruto de una gran capacidad de asimilación y
síntesis de los novelistas clásicos, y sobre todo de una gran capacidad para
aunar lo concreto y lo abstracto, lo particular y lo general, la realidad
cotidiana de un momento dado de la historia reciente argelina, con los secretos
eternos del alma humana, sus pasiones, grandezas y miserias. En definitiva,
Yasmina Khadra es un escritor de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">best-sellers</i>,
y no hay nada de malo en ello<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como
casi todo lo que concierne a Yasmina Khadra, cercanía y cordialidad en el
trato, escondida tras, comprensible, coraza protectora, el análisis de su obra
se presta también a la contradicción. No es disparatado decir que en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo que el día</i> … Yasmina Khadra ha sabido
llevar los valores clásicos de la gran novela – Dickens, Dostoyevski, Galdós- a
la realidad espacio-temporal del Orán de mitad del siglo XX. Pero como ocurre
con otros autores “periféricos“ celebrados internacionalmente –el caso del
filipino Sionil José- hay momentos de lectura en la que nos parece estar a
punto de ser enganchados por la telaraña emocional de un culebrón –telenovela-<o:p></o:p></div>
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Se trata en
definitiva de una historia de amor imposible, como tantas otras que han dado la
literatura y el cine: Romeo y Julieta, Juana la Loca, Teruel, con final si no
trágico al menos no feliz, como en Hollywood o Bollywood. El gran hallazgo –y
acierto- de Yasmina Khadra en esta novela, es que no sabemos a ciencia cierta
cual es la verdadera razón para que el final feliz no sea posible. ¿Celos
semi-incestuosos? ¿La barrera casi infranqueable de la religión y/o de la raza?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<o:p> </o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la creación
del personaje central, el que nos cuenta la historia, Younes (Jonas), es donde
estriba quizás la aportación más importante del autor. Younes encarna la
contradicción, o si se quiere, la tragedia identitaria de tantas personas
nacidas en suelo argelino. De rasgos marcadamente caucásicos Younes no es
plenamente aceptado ni por los colonos de identidad europea, ni por los que se
reconocen en una identidad áraboislámica; vive inmerso en el tejido social de
los colonos –su madre adoptiva es francesa- pero pertenece a una familia autóctona.
Younes lleva en su ADN y en su destino el drama de la Argelia contemporánea, y
por ello él mismo representa una metáfora de la identidad argelina. Es sin duda
el gran personaje de la novela, el mejor construido. Su amor imposible, por el
contrario, la francesa Emily es menos consistente. El triángulo amoroso que se
forma entre Emily, su madre –la señora Cazanave- y Younes, es de construcción
original: no sólo porque dos de sus lados los constituyan madre e hija, sino
porque las relaciones de estos lados con el tercero, Younes, se producen no
simultáneamente –como suele ser el caso típico de los triángulos amorosos- sin
en épocas bien diferenciadas. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<o:p> </o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La
construcción de la novela es muy sólida, con partes bien diferenciadas,
correspondientes a distintos etapas en la vida del personaje, que llevan
consigo la descripción de realidades sociales muy diferenciadas: I Jenane Jato:
el lumpen o umbral social más bajo. 2 Río Salado: la burguesía colonial. 3
Aix-en-Provence: la “nostAlgerie” de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pieds-noirs</i>.
<o:p></o:p></div>
<o:p> </o:p><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
El final no es
feliz, como en los culebrones venezolanos. Los amantes no acaban juntos, dando
rienda suelta a su amor, esquivo durante mucho tiempo por una cadena de
absurdos malentendidos. Por el contrario, la felicidad resulta esquiva, inaccesible,
por un destino cruel, por unas convenciones sociales o religiosas absurdas, o
simplemente por la mala suerte. Los personaje tiran adelante, viven sus vidas,
y renuncian a sus deseos más íntimos en pos de unos valores difíciles de
entender y de justificar.<o:p></o:p></div>
<o:p> </o:p><br />
El titulo, que
no guarda relación alguna con el texto, es hermoso; es como el título de un
cuadro abstracto, un título en sí mismo, como el nombre que se le da a un niño,
un nombre apriorístico que no presupone nada sobre su personalidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p> </o:p></div>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Javier
GALVÁN GUIJO<o:p></o:p></div>
manorabathttp://www.blogger.com/profile/14649169973319456439noreply@blogger.com0